Ricardo Alfonsín junto a referentes de su espacio y dirigente de las 62 Organizaciones y secretario General del sindicato UPSAfip, Julio Estévez.
Ricardo Alfonsín junto a referentes de su espacio y dirigente de las 62 Organizaciones y secretario General del sindicato UPSAfip, Julio Estévez.
ÚLTIMO CANDIDATO PRESIDENCIAL DEL RADICALISMO

Ricardo Alfonsín: “El de Milei es un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos”

El dirigente político lanzará hoy su nuevo espacio político: el Frente Amplio por la Democracia. Con él se postulará como candidato a diputado nacional por la Provincia. En una reunión donde recibió el apoyo de sindicatos peronistas, contó a Democracia los objetivos de su espacio, quiénes lo integran y reiteró críticas al radicalismo y cargó fuerte contra Milei.

Ricardo Alfonsín por trayectoria y apellido es una referencia obligada dentro de la historia de la Unión Cívica Radical. Pero en agosto de 2024 decidió romper con este partido y empezó a trabajar en un armado multisectorial y amplio.

Tan amplio que recibió el apoyo de las 62 Organizaciones. El dirigente de ese nucleamiento sindical de indeleble ADN peronista y secretario General del gremio UPSAfip, Julio Estévez, lo recibió horas antes de que quien fue el último candidato a Presidente de la Nación que tuvo la UCR (en 2011) lance su candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Allí lo acompañaron referentes de su espacio como Gustavo López y César Martucci (también ex UCR) y habló con Democracia sobre las propuestas que busca llevar al Congreso de la Nación y su análisis sobre el presente de la Argentina. 

-¿Qué propuestas impulsa su nuevo espacio, el Frente Amplio por la Democracia (FAD), y qué lo diferencia de la UCR, partido del que usted se alejó?
-No. Yo no me fui del radicalismo. El radicalismo dejó de ser el radicalismo. Si lo importante en un partido político es el sistema de ideas y valores y principios que se traducen en programas de gobierno y determinan la representación social, la Unión Cívica Radical dejó de ser radical porque defendió programas que nada tienen que ver con nuestra identidad y representó a sectores que no son los que nosotros nacimos para representar, y que aún hoy representa la Unión Cívica Radical. 

-¿El FAD representa ese ideario radical?
-Hemos creado el Frente Amplio por la Democracia, para defender las ideas de Alfonsín, de Illia, de Yrigoyen, de Lebensohn y todos los grandes nombres que forjaron a la UCR y forman parte de él Libres del Sur, con quien ya trabajamos juntos en el año 2013. Ese año hicimos una elección extraordinaria -sacamos el 32% de los votos- en el marco del Frente Amplio Unen. También está Forja con su líder, Gustavo López, un producto de la diáspora de la Unión Cívica Radical. Y una cantidad importante de cuadros socialistas nos están acompañando en la provincia de Buenos Aires.

-Parece obvia la respuesta después de esta recepción en un sindicato, ¿pero también incluyen peronistas?
-También nos acompañan peronistas que tienen diferencias con las distintas versiones del peronismo.Aunque con la que más diferencia tienen es con la versión del peronismo que acompaña el PRO, o que acompaña a la Libertad Avanza, desde luego. 

-¿Cómo se puede definir ideológicamente, entonces?
-Queremos representar una opción de centro izquierda, progresista, socialdemócrata. Es decir, que defienda fuertemente las instituciones de la República y los valores de la democracia, pero que también procure construir sociedades justas. La justicia social no es una aberración. Lo que es una aberración es decir eso: que la justicia social es una aberración.

-¿Qué diagnóstico tiene de la situación del país?
-Y… nos está yendo mal. No podía ocurrir otra cosa. Las políticas que está aplicando este gobierno ya se aplicaron antes en muchas partes del mundo, incluso en Argentina, y la experiencia indica que los que perdieron fueron los sectores populares. Los más ricos no perdieron, ellos se beneficiaron cuando se aplicaban estas políticas. ¿Qué posición tienen los grandes empresarios, las grandes empresas? ¿Están muy contentas con el gobierno? Claro, porque ellos sí se benefician.

-A pesar de esa lectura, de ese malestar, parece haber apatía o indiferencia de la gente, ¿coincide? 
-Nosotros recorremos mucho las provincias, distritos, y lo que hacemos es, procurando escuchar a la ciudadanía, visitar sociedades de fomento, y hablamos con sus presidentes; visitamos centros de jubilados, hablamos con sus autoridades, visitamos cámaras de comercio, visitamos sindicatos, y hablamos con sus autoridades; visitamos comedores comunitarios, y preguntamos, o hablamos acerca de la situación en general del país. Pero les preguntamos en particular acerca del ánimo de la sociedad con relación a este gobierno, y en particular sobre el ánimo de los que votaron a Milei, y la verdad que lo que nos dicen es algo muy distinto a lo que dicen las encuestas…

-¿Qué les dicen?
-Yo no sé si existe alguna dificultad para que las encuestas perciban lo que está pasando, pero lejos de lo que dicen las encuestas que aparecen en ciertos medios, Milei no crece en la adhesión popular. Al contrario, todos nos dicen que se extiende el desencanto, la desesperanza, la desilusión. Las expectativas negativas son crecientes. La gente se enoja mucho con el gobierno. Pero también debo decir que ningún partido o espacio político capitaliza esta situación. Y esta es una gran responsabilidad porque un desencanto generalizado de parte de la sociedad con la política y con los partidos puede generarnos problemas muy, pero muy graves. 

-¿Los sorprende recibir el apoyo de un sindicato?
-Mi papá tenía una muy buena relación con los dirigentes sindicales. Y yo tengo una muy buena relación con ellos precisamente porque defiendo la organización de los trabajadores. He heredado el afecto que sentían muchos dirigentes sindicales por mi viejo. Yo soy de los que creen que necesitamos organizaciones sindicales muy fuertes y muy poderosas para poder neutralizar la presión y los condicionamientos de las organizaciones empresariales, que son muy poderosas. Y la búsqueda del interés general nos obliga a mediar a favor de los trabajadores.

-¿Cómo cree usted que está zanjando esta tensión el Gobierno de Javier Milei?
-Frente a lo que representan los poderes económicos, los poderes fácticos, podemos ceder o podemos tratar de defender a los trabajadores. Y este gobierno cede ante las presiones de los empresarios. Es un gobierno de los ricos, por los ricos, para los ricos. No tengo ninguna duda y ya se va a dar cuenta la sociedad. Me gustaría que el Gobierno, que tiene una mirada tan negativa sobre la organización de los trabajadores, me dijera qué piensa de la organización de los empresarios. Respecto a ellos no tiene ninguna crítica para hacer, pero respecto a los trabajadores, sí.

-¿Tiene expectativas de poder influir en esa ecuación que usted decribe?
-Yo espero que estas cosas cambien. Estoy seguro de que van a cambiar y muchos nos van a acompañar y vamos a llevar entonces al Congreso de la Nación argentina valores republicanos, democráticos y que tienen que ver con la justicia social, frente a un Gobierno autoritario, autocrático, insensible, con escasas o nulas convicciones democráticas. Vamos a llevar fuerzas muy republicanas, muy democráticas y con una gran preocupación por lo social y una gran amplitud de aspectos políticos.

-¿Qué le queda por delante en estos meses al naciente Frente Amplio por la Democracia?
-Por supuesto somos conscientes de que es difícil ganar la elección. Acabamos de nacer, no tenemos recursos, no tenemos aparatos partidarios como suelen tener los partidos tradicionales, no contamos con mucha posibilidad de acceder a los medios. Pero esto siempre pasa cuando nace una fuerza: tiene dificultad en términos de comunicación, pero estamos trabajando mucho y estoy seguro que vamos a dar una sorpresa con los resultados nacionales. No vamos a ganar, pero vamos a hacer una elección más que digna.

- Alfonsín, ¿algo más que le gustaría agregar?
-Que me acompañen todos los radicales que han defendido las ideas de Alfonsín, que han defendido las ideas de Illia, de Irigoyen. Porque lo mejor que podemos hacer si queremos recuperar a la Unión Cívica Radical es demostrarle a quienes han llevado al partido a la situación en la que hoy se encuentra, es que una alternativa que levanta las banderas auténticas y genuinamente radicales, es capaz de hacer una elección que ellos no serían capaces de hacer por sí solos.

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