Un escenario inusual podría darse mañana en la Cámara de Diputados cuando el reloj marque las 21 y el presidente, Javier Milei, le hable a la Asamblea Legislativa para inaugurar el 143º período de sesiones parlamentarias con una oposición que, con el impulso de legisladores kirchneristas y gobernadores del PJ, amenaza con “vaciar” el recinto. Sobre todo el bloque de Unión por la Patria (UxP) que es el más numeroso y ayer evaluaba pegar faltazo completo. Pero también desde otros espacios, como los radicales de Democracia para siempre, planeaban reducir su delegación a la mitad o incluso menos.
De concretarse esta ausencia masiva, será la primera vez que un presidente abra las sesiones ordinarias con un Congreso diezmado y en el que solo los libertarios y los dialoguistas del Pro, la UCR, Encuentro Federal e Innovación Federal garantizaban su presencia, aunque ninguno se animaba a confirmar asistencia perfecta. El oficialismo, por su parte, espera compensar las bajas con los palcos y galerías colmadas de funcionarios y militantes.
La mayor cantidad de bancas vacías las aportará el kirchnerismo de UxP, que tiene la primera minoría en ambas cámaras y cuyos 34 senadores ya confirmaron que no se sentarán a escuchar el discurso del Presidente. Pero el impacto podría ser aún mayor si también se suman al faltazo los 98 diputados de UxP, que hasta ayer meditaban si se ausentaban en bloque o enviaban una mínima representación. Tampoco asistirán los bloques de la izquierda.
Un comportamiento similar analizaban en Democracia para Siempre, una escisión del radicalismo integrada por una docena de legisladores que responden a Martín Lousteau y Facundo Manes y que solo estará representado por 2 de sus 13 miembros: irán el jefe del bloque, Pablo Juliano, y la diputada Marcela Coli.
Por su parte, Encuentro Federal contaría con menos del 50% de sus 16 diputados en el recinto.
Mientras que desde el Pro, que encabeza Cristian Ritondo, anticiparon que la intención es aportar la mayor cantidad de legisladores a la Asamblea Legislativa. Y en el radicalismo aliado, que preside Rodrigo de Loredo, aseguraron que al menos la mitad del bloque estará presente.
Como se dijo, no solo los legisladores dejarán sillas vacías. También varios gobernadores peronistas han decidido no estar en el acto de mañana. Entre ellos se encuentran Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gildo Insfrán (Formosa). Tampoco estarían Gustavo Melella ni Sergio Ziliotto, que el mismo día deberán cumplir con la apertura de sesiones en sus respectivas provincias, Tierra del Fuego y La Pampa.
Lo llamativo es que también se ausentarían los mandatarios del PJ más cercanos al Gobierno, como Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), aunque enviarán a sus vices en representación, como para no dinamitar los puentes con el oficialismo. Similar estrategia se guiría el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, vinculado a Sergio Massa.
Tensión y ejes del mensaje
El contexto permite anticipar una ceremonia cargada de tensión y con matices peculiares, como el reemplazo del tradicional escritorio presidencial por un atril para emular la estética de las ceremonias legislativas estadounidenses que Milei ya había implementado el año pasado.
Otro dato curioso por lo inusual es que por primera vez desde el regreso de la Democracia se limitará el acceso de los fotógrafos de medios de comunicación al recinto.
Esto, que mereció el reproche de los bloques opositores (incluso del Pro) dificultará la cobertura del evento más allá de lo que muestre la cadena oficial sobre el acto en el que, según trascendió, el Presidente hará énfasis en los “logros” de su gestión y en la denominada “batalla cultural” contra sectores de la izquierda y el kirhnerismo.
Se calcula que el discurso del mandatario se extenderá a lo largo de 45 minutos en los que desarrollará el “balance político y económico” de su primer año de Gobierno, además de trazar una “proyección” de cara a 2025. También haría hincapié en los “cambios que aún le faltan concretar” y que requieren proyectos para que “la Argentina siga creciendo”. En ese sentido, podría anunciar cerca de 30 iniciativas legislativas, aunque ninguna tendría el rango de “megaproyecto”, como ocurrió con la Ley Bases.
COMENTARIOS