Al cabo de una sesión cargada de cruces, chicanas y hasta una invitación a pelear (ver aparte), el oficialismo y bloques aliados lograron anoche darle media sanción al proyecto de Ficha Limpia en la Cámara de Diputados. Fue por una amplia mayoría de 144 votos a favor, contra 98 negativos, principalmente del kirchnerismo, que se abroqueló para rechazar lo que denunció como un intento de “proscripción” contra Cristina Kirchner. Hubo además, dos abstenciones de Miguel Pichetto, jefe del bloque Encuentro Federal, y Nicolás Massot.
La iniciativa impulsada por el Gobierno busca impedir que condenados por corrupción en segunda instancia puedan presentarse a elecciones. Algo que, por ejemplo, sacaría de la carrera electoral a la expresidenta, con un fallo adverso en la Causa Vialidad. Sin embargo, esa posibilidad es hoy lejana, dado que el texto tiene que pasar por el Senado, donde la mayoría kirchnerista podría bloquear su aprobación definitiva.
Con la presencia de Karina Milei en el recinto, la votación en Diputados fue posible gracias al quórum que logró el oficialismo con el apoyo de casi todos los bloques, menos de Unión por la Patria (UxP) y la Izquierda, que rechazaron la medida por considerarla “proscriptiva”. Tampoco se sentaron en sus bancas Massot, Emilio Monzó ni Pichetto, un convencido de que solo una sentencia firme de la Corte puede impedir la candidatura de una persona. Eso mismo sostuvo el kirchnerismo.
La discusión se destrabó tras un acuerdo previo entre libertarios y opositores dialoguistas para modificar la cláusula que limitaba la prohibición de competir en elecciones a los postulantes que hubieran recibido la segunda condena antes del 31 de diciembre del año anterior a los comicios. La oposición propuso que en su lugar se fijara como límite temporal el plazo de 180 días antes de la elección que establece el artículo 25 del Código Nacional Electoral para el cierre de los padrones provisorios y sin importar si la condena coincide con el año electoral. De esta manera, solo podrían ser candidatos aquellos que estén debidamente inscriptos para votar. Las modificaciones al proyecto fueron detalladas por el diputado de La Libertad Avanza, Nicolás Mayoraz, quien resumió sobre el espíritu de la iniciativa: “El que las hace las paga”.
Desde el kirchnerismo, el jefe del bloque, Germán Martínez, retrucó: “Acá hay un objetivo, correr a Cristina Kirchner y al peronismo”, y aseguró: “Hoy se consuma el nuevo jefe del antiperonismo, Javier Milei”.
La postura del kirchnerismo, que se rehusó a reducir su lista de oradores (lo que estiró el debate por unas 12 horas) fue defendida por su tropa de 98 legisladores, en un intento por mostrar cohesión tras el quiebre sufrido en la votación por la suspensión de las PASO.
Desde el PRO, Silvia Lospennato advirtió que “la Ficha Limpia es mucho más que una ley anticorrupción” y aludió a algunos de los escándalos que salpican al kirchnerismo: “Los argentinos saben que el asfalto que no tienen están en los bolsos que revolearon en los conventos - por José López- o en las carteras de las amantes que navegaron por el mediterráneo -por Martín Insaurralde-”.
La discusión de ayer prosperó tras dos sesiones fallidas en las que opositores dialoguistas fracasaron en su intento de instalar el tema en el Congreso. En ambas ocasiones, los libertarios y aliados provinciales bloquearon el quórum. Eso dio lugar a que distintos bloques sospecharan un supuesto pacto entre el oficialismo y el kirchnerismo para inhabilitar el debate.
COMENTARIOS