Axel Kicillof habilitó a los intendentes de su espacio político para que avancen en la Legislatura con la derogación de una ley que se ha transformado en la obsesión política de muchos de ellos: la que limita sus propias reelecciones.
En la cumbre de Villa Gesell donde los alcaldes le pidieron al Gobernador que de cauce a la idea de desdoblar los comicios bonaerenses de los nacionales, también plantearon la necesidad de que se les despeje el camino para 2027 y que, eventualmente, puedan volver a presentarse para cumplir un nuevo mandato.
Desde hace meses Kicillof dio vía libre para que se explore el cambio de la ley. Ante el renovado planteo, reiteró su posición: no tiene problemas en que se avance, pero no quiere ser él quien aparezca como promotor de la derogación de la ley que nació hace ya varios años producto de un acuerdo entre la entonces gobernadora María Eugenia Vidal y Sergio Massa.
Como el Ejecutivo avala la embestida pero no la encabezará, los alcaldes pusieron manos a la obra y decidieron crear una comisión para empezar a reunirse con autoridades de todos los bloques políticos de la Legislatura.
La derogación de la ley es una de las pocas coincidencias que, en estos tiempos de pelea política, pueden exhibir intendentes kicillofistas y kirchneristas duros. Ambos sectores están de acuerdo en avanzar.
Pero el frente interno de Unión por la Patria sigue abierto en este tema. El massismo reiteró que no está de acuerdo con dar marcha atrás y que se vuelva a las reelecciones indefinidas. El peronismo, así, debe salir a pescar votos en otros sectores políticos. La comisión de intendentes que responden a Kicillof ya puso manos a la obra. Hay quienes comentan que podría estar presidida por Jorge Ferraresi (Avellaneda), uno de los que no podría seguir en el cargo si no se reforma la ley.
Costo politico
La idea de formar una comisión se explica además en correr de la discusión a Kicillof de un tema polémico en el que hay más para perder que para ganar. El costo político, en todo caso, lo pagarán los legisladores que levanten la mano y los intendentes que se pongan a la cabeza del reclamo.
En total son 82 los jefes comunales que no podrían ir por un nuevo mandato en 2027. El peronismo aporta nada menos que 52. También hay 8 del PRO, 17 de la UCR, 1 de La Libertad Avanza (Diego Valenzuela) y 4 vecinalistas. Entre ellos hay varios peso pesados del PJ como el mencionado Ferraresi, Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Espinoza (La Matanza), la comporista Mayra Mendoza (Quilmes) y Juan José Mussi (Berazategui).
En nuestra región, no podrían ir por un nuevo mandato Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso).
En el caso del PRO, uno de los que no podría reelegir es el marplatense Guillermo Montenegro. En la UCR se quedaría sin poder continuar el histórico Miguel Lunghi (Tandil).
La limitación es más abarcativa. Hay que recordar que el límite a las reelecciones también pesa sobre los legisladores. Así, varios popes del Senado vinculados a Unión por la Patria también se quedarían sin chances de ir por otro mandato.
Por caso, a fin de año terminan la presidenta del bloque del Senado, Teresa García, una de las principales espadas de Cristina Kirchner en la Legislatura. La misma suerte correrían Luis Vivona, el histórico líder de Malvinas Argentinas, al igual que otro senador, Gustavo Soos, que responde al intendente de Merlo, Gustavo Menéndez.
La nueva embestida de los intendentes kicillofistas se enmarca en un escenario en el cual la Legislatura pudiera verse obligad a discutir una serie de cuestiones electorales.
Por caso, una posible suspensión de las Primarias, si es que el tema termina avanzando en el Congreso. Aunque hay voces en la Gobernación que de todas formas se inclinarían por mantenerlas, es una posibilidad que el tema deba tratarse. De hecho, ya hay un proyecto presentado por el sector de Sergio Massa.
Para Kicillof también es importante que avance la ley. Sería un gesto a los intendentes con los que deberá contar para darle batalla al kirchnerismo.
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