La inseguridad en el Conurbano disparó la primera polémica del año entre los gobiernos bonaerense y porteño. Luego de que el domingo Waldo Wolff, el ministro de Seguridad de la administración que encabeza Jorge Macri, asegurara que “cada dos días” un policía porteño es atacado en PBA y le apuntara por eso al crecimiento del delito en el Gran Buenos Aires, su par de la Provincia, Javier Alonso, salió a contestarle advirtiendo que “todos los narcos importantes se esconden en CABA”.
En declaraciones periodísticas, Alonso subió la tensión con las autoridades porteñas al asegurar que “irrita escuchar al Jefe de Gobierno, Jorge Macri, que quiere subirnos a un ring ridículo hablando de un Conurbano descontrolado y la verdad es que la que está descontrolada es la ciudad”.
Para fundamentar sus dichos, el responsable de la Seguridad en el gobierno de Axel Kicillof recordó que “por la droga que comercializaban en la villa Las Antenas (en Lomas del Mirador) tuvimos que ir a allanar a Constitución”.
Luego, volvió a cargar contra el jefe de Gobierno porteño: “Para que Jorge Macri lo entienda, no hay un Conurbano descontrolado, hay un mercado de 17 millones de personas entre la capital federal y el Conurbano, 3 millones de capital y 14 millones de provincia de Buenos Aires, que compran droga todos los días y eso es muy atractivo en dólares”. En esa línea, le reclamó a Macri “que se deje de decir pavadas y se siente a trabajar como corresponde, con la ministra Patricia Bullrich y conmigo. Que arme equipos de trabajo para enfrentar a los narcos”.
Según Alonso, “nosotros tenemos 4,7 homicidios cada 100 mil habitantes, este año va a bajar. La Argentina es el país con menos homicidios de América del Sur, gracias al trabajo que hace la Provincia, entonces hay que ser serios”.
El ministro de Seguridad bonaerense le respondió así a los dichos de Wolff, que el domingo, a través de la red social X, advirtió sobre “un Conurbano fuera de control que impacta en la vida de la ciudad y de nuestros policías. Los números reflejan un crecimiento en los índices delictivos del Conurbano, mientras acá los indicadores fueron a la baja”.
El funcionario porteño alertó también que en la Provincia la tasa de homicidios “es cinco veces más alta que en la ciudad. Como consecuencia, de los últimos 13 policías de la ciudad caídos en cumplimiento del deber, 12 fueron asesinados en la PBA”, a la par que comparó: “En la ciudad invertimos hace 17 años en seguridad, en la Provincia no” y criticó: “Hay proyectos ideológicos distintos que perjudican tanto a porteños como a bonaerenses”.
Tras esa primera advertencia, Wolff sumó ayer que un 70% de los delincuentes que son detenidos en la ciudad “vienen de la provincia de Buenos Aires” y aseguró que le gustaría sentarse “a trabajar con Kicillof”, porque los delitos “podrían bajarse mucho más”, pero desde Provincia “no escuchan y se enojan”, acusó.
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