CRÉDITOS E INVERSIONES

Razones e importancia de un dato clave

Está claro que el gobierno festejó ayer: después de seis años el llamado riesgo país volvió a ubicarse debajo de los 600 puntos y acumuló una baja de más del 66% durante 2024. Este indicador lo realiza diariamente el banco de inversión global JP Morgan, tomando en cuenta la cotización de los bonos y la distancia que hay entre la tasa que pagan esos papeles con respecto a la del Tesoro de los Estados Unidos. 

Hace un año, con un Javier Milei recién asumido, el riesgo país estaba en 1.998 puntos básicos; ayer bajó a 571. Esto significa que si Argentina sale a colocar nueva deuda en el mercado, los inversores le van a pedir hoy una tasa cercana al 10% aproximadamente. Esto se calcula según el equivalente a la tasa libre de riesgo de Estados Unidos (4,5) y la diferencia de Argentina. Sigue siendo un interés alto. 

¿Qué es en definitiva el riesgo país? Un indicador que mide la probabilidad de que un país no pague su deuda. Varía todos los días, a través de ese diferencial de tasas de interés que compara los bonos de cada país con los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Cuánto mayor sea el riesgo país, más alto va a ser el interés que pidan los inversores para aceptar bonos de una nación porque leen que tiene altas probabilidades de que defaultear. O sea, de no cumplir con sus obligaciones. Es, en cierto modo, un termómetro de la confianza o la desconfianza que tienen los dueños del dinero. 

Por eso la baja actual refleja una mayor confianza y un mayor interés de los inversores por Argentina. Esto debería manifestarse en una mayor demanda de los bonos argentinos, lo que mejora el rendimiento de estos títulos y achica el riesgo país. También es decisivo para bajar el costo del financiamiento de las empresas argentinas que necesitan crédito para crecer o tomar deuda para cubrir vencimientos previos. En algunos países la situación política coyuntural no impacta en el riesgo país. Pero en Argentina sí, siempre. Siempre se dispara en la previa de cada elección. Ejemplo paradigmático: antes de las PASO de 2019 rondaba los 800 puntos y dio un salto cuando se consolidó la idea del regreso del kirchnerismo al poder. Los economistas creen que para que Argentina pueda volver a tomar deuda y refinanciar sus vencimientos, como hacen todos los países del mundo, el riesgo país debería volver a tocar los 450 puntos, como sucede con otras naciones de la región. Sería, digamos, un número ideal. 

 

¿Por qué baja el riesgo país en Argentina? 

Es algo multifactorial. Lo dicho: luego de años de una economía volátil, inflación elevada y problemas de deuda, la reducción en este indicador puede leerse como una señal de confianza renovada por parte de los inversores. Eso insiste en vender el oficialismo. 

La baja inflacionaria es consecuencia de un fuerte ajuste fiscal, que también logró números superavitarios en las cuentas públicas. Los acreedores leen esto como una señal de que el país tendrá las divisas que necesita para pagar sus deudas. Así, el mercado “premia” el ajuste con este descenso del riesgo país. Con un dato adicional: el Ministerio de Economía acaba de informar que la recaudación de impuestos aumentó un 205,6% en el 2024 respecto al año anterior. Esto es, más que la inflación anual. 

Por otro lado, ya se sabe que están los dólares para los pagos de deuda. El Tesoro aprovechó la liquidez en pesos del superávit fiscal para pasar a divisas parte de sus depósitos, que ahora totalizan U$D 5.698 millones. La traducción de eso es que se podrá honrar la deuda inmediata. 

Tercera cuestión: el REPO con bancos internacionales, anunciado hace poco. Es una pase pasivo respaldado con bonos por un total licitado de 1.000 millones de dólares a 28 meses para reforzar las reservas internacionales del Banco Central. Fue con cinco entidades del exterior a una tasa conveniente. 

Otro factor que viene manejando bastante bien el gobierno de Milei es la expectativa por un acuerdo de refinanciación con el FMI por aquel préstamo de 44 mil millones de dólares acordado en 2018. Eso implicaría llegada de fondos frescos. El alineamiento de Argentina con el próximo gobierno de Donald Trump en EE.UU (asume en menos de dos semanas) beneficia esa expectativa de los mercados y entidades internacionales. 

Por último, una cuestión ajena al país: el desplome de precios de los bonos del Tesoro de EE.UU, que en los últimos cuatro meses cayeron bastante su rendimiento -que evoluciona en sentido inverso- escaló unos 100 puntos básicos. 

De todos modos, para que la baja del riesgo país impacte en la economía real argentina falta mucho. Con un riesgo país más bajo, el costo de emitir nuevos bonos o refinanciar deudas se reduciría y eso permitiría al gobierno destinar recursos a inversiones en infraestructura, salud, educación y otros sectores vitales para el crecimiento económico. Además, la baja del indicador puede tener efectos positivos en la inversión extranjera directa porque suele haber propensión de los inversores a poner plata en economías de menor riesgo.

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