El tesoro adquirió U$S1.500 millones
Fuerte compra de dólares para pagar deuda en 2025
El Gobierno realizó una operación clave al adquirir 1.500 millones de dólares, en un movimiento que busca fortalecer las reservas del Banco Central. Esta medida responde a la necesidad de evitar que la base monetaria amplia (BMA) supere los $47,7 billones, el límite autoimpuesto por el Ejecutivo para 2024.
Al mismo tiempo, la compra de divisas tiene como objetivo acumular dólares para afrontar los compromisos de deuda externa en los próximos meses.
La compra la realizó el Tesoro al BCRA el 18 de diciembre, una medida enmarcada en la necesidad de evitar un aumento en la base monetaria amplia.
La operación, que también implicó la esterilización de $1,532 billones, se llevó a cabo con el fin de mantener la estabilidad monetaria sin disparar la emisión de pesos. Esta estrategia se complementó con el aumento de los depósitos en dólares del Tesoro, que alcanzaron un nivel récord de U$S5.830 millones al 20 de diciembre. Este saldo representa el 82% de los vencimientos en dólares previstos para 2025 con el sector privado, lo que garantiza recursos suficientes para enfrentar los pagos de deuda más urgentes.
El fortalecimiento de las reservas es un objetivo central del programa económico acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). De acuerdo con datos del Banco Central, las reservas netas acumuladas llegaron a U$S9.415 millones, apenas U$S285 millones por debajo del objetivo de U$S9.700 millones para el cierre de 2024. Sin embargo, el panorama para el próximo año sigue siendo desafiante, ya que los compromisos de pago totalizan unos U$S15.000 millones, con un gran porcentaje concentrado en los primeros meses del año.
El pago de los vencimientos más inmediatos de deuda incluye bonos en dólares y pagos con organismos multilaterales, sumando aproximadamente U$S5.000 millones en los primeros meses de 2025. Para ello, el Gobierno prevé cubrir una parte de los vencimientos con nuevos préstamos del FMI y otros organismos internacionales, con el objetivo de asegurar la estabilidad financiera.
A pesar de los avances, los desafíos persisten. La gestión de deuda externa y la acumulación de reservas son fundamentales para evitar una crisis cambiaria. La clave estará en cómo el Gobierno pueda equilibrar las medidas de corto plazo con una estrategia más amplia que contemple el crecimiento económico y la reducción de la inflación.