El fiscal federal Eduardo Taiano pidió al gobierno de Javier Milei que desclasifique archivos secretos de inteligencia de la AFI, Ejército y fuerzas de seguridad vinculados a informes sobre la muerte de Alberto Nisman el 18 de enero de 2015.
Taiano envió un oficio al Gobierno nacional, cuyo contenido es reservado, donde se detallaron los archivos que deberían desclasificarse para el acceso de los investigadores y que podrían aportar información de relevancia a la pesquisa, informaron fuentes judiciales.
El pedido se concreta a poco de cumplirse una década de la muerte de Nisman que, según sostiene la Justicia, se trató de un asesinato vinculado a su rol de investigador del atentado a la AMIA.
El 14 de enero de 2015, Nisman había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, parte de sus funcionarios y otros imputados por presunto “encubrimiento agravado” del ataque a la AMIA del 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos, a raíz de la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán.
El lunes siguiente a su muerte estaba citado en el Congreso para ratificar y explicar esa denuncia ante legisladores. En la causa, a cargo del juez federal Julián Ercolini y delegada en la fiscalía de Taiano, están procesados el técnico informático Diego Lagomarsino, quien según afirma prestó el arma a Nisman el día previo a los hechos y a pedido del fiscal, y los cuatro custodios que debían protegerlo ese fin de semana, en este último caso por “incumplimiento de deberes” y “encubrimiento”.
En 2014, el ex espía Antonio “Jaime” Stiuso había denunciado una inteligencia paralela del Ejército.
Aseguraba que se habían comprado cámaras digitales potentes y equipos para hacer escuchas telefónicas, con los que supuestamente se habían intervenido de manera ilegal teléfonos de dirigentes de organizaciones políticas, empresariales y agropecuarias. E indicaba que el militar retirado César Milani había contratado a sus compañeros de promoción del Ejército como agentes de la estructura de inteligencia montada y que tenía sede en séptimo piso del Edificio Libertador.
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