La polémica quedó servida a la mesa cuando ayer el ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina, Federico Sturzenegger, dijo que el Gobierno publicará una nueva normativa para permitir el autodespacho de combustible en estaciones de servicio.
Desde las entidades que agrupan a los dueños de estaciones de servicio salieron a cuestionar la medida -que ya se implementó por poco tiempo en los ‘90 en nuestro país- por cuestiones relacionadas con la seguridad de los clientes y los seguros que se aplican, y no ocultaron su preocupación por lo que consideran como “una medida apresurada”. Además, en la Provincia de Buenos Aires el expendio por cuenta propia está prohibido por la Ley 13623 que en su texto dice: “Prohíbese en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires, el funcionamiento de surtidores en las estaciones de servicio que expendan combustibles líquidos y/o gas natural comprimido que sean operados por el propio consumidor o por personal ajeno a la dotación de las mismas”.
Sturzenneger habló en un evento con empresarios del Club del Petróleo, donde afirmó que está escrito el decreto con el que se podrá habilitar el autodespacho de combustible. “El decreto está escrito y está en proceso para el autoabastecimiento”, afirmó.
A partir de esa medida, que se oficializaría en las próximas semanas, los clientes podrían cargar nafta o gasoil con modalidad autoservicio, como ocurre en otros países del mundo.
Al respecto, Juan Carlos Basílico, presidente de la Federación de Entidades de Combustibles de la Provincia de Buenos Aires, le dijo a EL DÍA que se opone a la propuesta del gobierno de Javier Milei: “Es equivocado lo que propone el Gobierno de despacharse solo por temas de seguridad. Tanto los playeros como los dueños de las estaciones tienen muchos cursos hechos para prevenir inconvenientes. La gente no sabe eso y, por ejemplo, puede tirar la manguera e irse. No nos parece bien” Con respecto al tema laboral, Basílico resaltó que “Hay casi 5000 estaciones de servicios en el país con unos 50 mil empleados. Si avanza el sistema se salvarán mil o dos mil, y pregunto ¿el resto adónde va a trabajar? Esto funciona en algunos lugares del mundo, pero acá no tenemos preparado nada y menos va a funcionar por una resolución. Además, hoy si un estacionero tiene que pagar las indemnizaciones, se funde. Creo que el gobierno se está apurando en decir las cosas”.
Por su parte, Alejandro Di Palma, de Estacioneros Autoconvocados, le explicó a este medio que “cambiar de un sistema al otro no es sencillo. En el mundo hubo mucho tiempo de coexistencia donde vos tenías surtidores de autogestión y surtidores de servicio con personal pero con precios diferenciados y eso es muy difícil de implementar. Es muy difícil que alguien que se acaba de comprar un auto cero kilómetro se baje a cargar combustible. En una estación de servicio prácticamente nadie baja del auto, de manera tal que acostumbrar al otro sistema no existiendo una ventaja económica a a ser muy complicado. Otro tema es que una petrolera no tendría límite de integración, porque acá en Argentina vos no tenés ninguna ley que prohiba que las petroleras tengan estaciones de servicio como ocurre en Estados Unidos, en Brasil y en muchos lugares del mundo para que no integren totalmente la cadena de valor del petróleo, pero acá eso no existe entonces, si vos simplificás de esa manera la operación de una estación de servicio, la pregunta es ¿para qué querés a los estacioneros? Si lo pueden operar directamente las petroleras a las estaciones de servicio en ese caso”.
El estacionero agregó que “si a tiro de un decreto te cambian todo, la verdad que mete ruido por todos lados. A mí me parece que el tránsito de un sistema al otro debería tomarse más tiempo y ser estudiado. Vos podés tener un objetivo, pero lo que tenés que hacer es plantearte una estrategia para ver cuál va a ser el camino de ida hasta el objetivo, no solo en la desregulación de las estaciones de servicio, sino en general de todo”.
Según pudo saber este diario, el sindicalista Carlos Acuña, ex titular de la CGT y secretario general de los estacioneros en casi todas las petroleras, menos en YPF, tampoco está de acuerdo con la posible desregulación.
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