El Producto Bruto Interno (PBI) durante el segundo trimestre del año bajó 1,7% respecto a igual período del 2023, y acumuló una caída del 3,4% en lo que va del año, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) .
Además, el PBI de abril-junio estuvo 1,7% por debajo del de enero-marzo, y acumuló cinco caídas trimestrales consecutivas. Con estos datos, la Argentina se encuentra largamente en recesión.
Es que para la ciencia económica una economía entra en recesión cuando el Producto Bruto Interno de un país disminuye durante al menos dos trimestres consecutivos. Esto significa que la actividad económica general se reduce, afectando la producción, el empleo, la renta real y otros indicadores económicos.
Las recesiones suelen estar acompañadas por una caída en el consumo, la inversión y la producción de bienes y servicios, lo que a su vez provoca un aumento del desempleo. Es decir: todo lo que se está registrando en la Argentina.
La ciencia económica postula también que los bancos centrales suelen responder a las recesiones con políticas monetarias expansivas, como la reducción de las tasas de interés, para estimular la economía. Esto es lo que hizo Estados Unidos hoy al reducir la tasa de la Reserva Federal por primera vez en cuatro años en 0,5 puntos porcentuales.
Una vez conocida la información, el economista Gabriel Caamaño advirtió a través de la red social X que “el primer trimestre no fue piso, lo será en todo caso el segundo trimestre de 2024, cuando el tercero de arriba”.
Por su parte el ex ministro de Economía, Alfonso Prat Gay advirtió que durante el primer semestre del año “el consumo privado cayó casi 4 veces más rápido que el consumo público” y se preguntó “¿la casta eras vos?”.
Más allá de las declaraciones, el segundo trimestre mostró un descenso de 6,4% en la oferta global, con respecto al mismo período del 2023, debido a una caída de 1,7% del PIB y a la variación negativa de 22,5% en las importaciones de bienes y servicios reales.
En la demanda global se registró una disminución de 29,4% en la formación bruta de capital fijo, un aumento de 31,4% en las exportaciones de bienes y servicios reales, un descenso de 9,8% en el consumo privado y una variación negativa de 6,0% en el consumo público.
En términos desestacionalizados, con respecto al primer trimestre de 2024, las importaciones descendieron 5,5%, el consumo privado bajó 4,1%, el consumo público 1,1%, las exportaciones crecieron 3,9% y la formación bruta de capital fijo tuvo una disminución de 9,1%.
El gobierno estimó en el proyecto de Ley de Presupuesto que envió al Congreso que este año el PBI caerá 3,8%, pero tendrá un “rebote” del 5% en el 2025, y otro aumento del 5% en el 2026.
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