El debate por la ley de movilidad jubilatoria que el presidente, Javier Milei, vetó días atrás sumará un nuevo capítulo el miércoles, cuando la oposición en la Cámara de Diputados busque revertir el decreto que anuló la suba adicional del 8,1 por ciento en los haberes.
Para lograr su objetivo, los opositores necesitarán una mayoría agravada de las dos terceras partes de los presentes en el recinto a la hora de votar.
Del otro lado están La Libertad Avanza (LLA) y sus socios del PRO y el MID, de Oscar Zago, quienes defienden el veto con el argumento de que el aumento a los jubilados compromete la ruta oficial para alcanzar el déficit cero. En este caso, para que el rechazo a la ley previsional se efectivice deberán sumar 86 votos. De entrada no los tienen, ya que a la sumatoria de los votos de LLA, el PRO y el MID le faltaría un puñado más de voluntades. No obstante, podrían cumplir esa meta con menos adhesiones, dado que la mayoría especial de dos tercios que requiere la oposición es sobre los diputados presentes al momento de la votación y no sobre el total de 257 diputados que tiene la Cámara.
El trabajo del Gobierno consistirá entonces no solo en reunir votos propios, sino también en lograr que menos diputados de la oposición dialoguista contribuyan al quórum en la sesión especial convocada por el radicalismo, Encuentro Federal y la Coalición Cívica, pero que además cuenta con el apoyo asegurado de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda.
En este escenario, en el oficialismo le ponen fichas a la negociación con gobernadores de distinto signo político, especialmente de la UCR y del bloque Innovación Federal, donde podrían restarle votos al bando que busca retrotraer el veto.
Una empresa difícil
Para volver a poner en pie la ley jubilatoria en Diputados, la oposición necesitará 171 votos, aunque también podría lograr su objetivo con menos, tomando en cuenta que muy probablemente habrá ausentes en la sesión.
Se descuenta que el bloque que más votos aportará será el de Unión por la Patria, con 99 integrantes. Si la bancada presidida por Germán Martínez no fue la que convocó a la sesión, fue por razones puramente estratégicas. Y es que el bloque kirchnerista convive con el estigma de “mancha venenosa”, por lo que suele ser muy difícil que la oposición dialoguista (UCR, Encuentro Federal y Coalición Cívica) pueda acompañar a la bancada mayoritaria en alguna iniciativa en particular. Por eso se entiende que el peronismo haya esperado a que la oposición dialoguista tomara la iniciativa para sumarse al debate del miércoles. De todos modos, la empresa asoma como muy difícil de cumplir. Para empezar, el bloque radical no estaría completo para dar quórum.
La convocatoria a la sesión estuvo firmada por 17 diputados de la UCR. Hay unos cuantos que tienen una relación de proximidad con el Gobierno y se desmarcarían del posicionamiento del bloque que preside Rodrigo De Loredo.
Por caso, Federico Tournier, que asumió en agosto, dejó a la bancada radical con un integrante menos para conformar un monobloque aliado al oficialismo. De los 33 restantes, por lo menos los mendocinos Lisandro Nieri y Pamela Verasay, que responden al gobernador Alfredo Cornejo, están en duda y evalúan ausentarse. Tampoco se sabe el comportamiento que seguirán el catamarqueño Francisco Monti, la santacruceña Roxana Reyes y el tucumano Mariano Campero.
En Encuentro Federal, de los 16 integrantes solo Ricardo López Murphy ayudaría al Gobierno ausentándose, aunque tampoco está confirmado. La gran incógnita es qué sucederá con los ocho integrantes de Innovación Federal, que en los últimos meses operó como aliado del oficialismo. Se sabe que los diputados de este bloque vinculado a gobernadores tienen intereses en relación al Presupuesto que empezará a debatirse en poco tiempo y que los votos dependerán de si se atienden o no sus reclamos de obras y recursos para las provincias.
Como el veto de la ley jubilatoria fue total, el trámite a seguir es el ordinario, con giros a las mismas comisiones por las que pasó el tema por primera vez en la cámara de origen (Previsión y Seguridad Social, y Presupuesto y Hacienda). Pero como los convocantes a la sesión no quisieron esperar al tratamiento en comisiones, no hay dictamen.
Por eso, para poder habilitar la discusión en el recinto, se requerirá, primero, el quórum de 129 legisladores para abrir el debate y, despúes, los dos tercios de los votos de los presentes, mayoría necesaria para que la ley vuelva a ponerse en pie.
En caso de que la oposición advierta que no llega al número suficiente para eliminar el veto en un primer intento, seguramente buscará emplazar a las dos comisiones para que dictaminen en un plazo de tiempo lógico.
En el PRO insisten en rechazar una fusión
El diputado del PRO Hernán Lombardi rechazó una posible fusión entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA), pero habló de “coordinación electoral” en las vísperas a las elecciones legislativas de 2025. “En la fusión no coincido, pero es muy importante la coordinación entre gente que piensa parecido”, explicó.
En una entrevista radial el legislador explicó: “En la fusión no coincido porque está bien que cada cual mantenga su propia tradición, pero es muy importante la coordinación entre gente que piensa parecido”.
“La coordinación electoral, la cuestión política que después se traducirá a la electoral, es importante en un momento de enorme fragmentación de la Argentina”, sostuvo, y agregó:
“En esta fragmentación, cuanto más elementos haya de coordinación entre los que pensamos que este es el rumbo correcto, mejor”.
En la misma línea, pidió potenciar los elementos de coordinación, destacó las reuniones entre el presidente Javier Milei y el titular del PRO, Mauricio Macri.
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