Dos paquetes fueron enviados a la Sociedad Rural Argentina, uno de los cuales -el que estalló- estaba destinado al presidente de la entidad, Nicolás Pino, y produjo una pequeña explosión al abrirlo. Cuatro personas resultaron heridas, entre ellas, su secretaria.
Fuentes policiales informaron que personal de la Brigada de Explosivos de la Policía porteña acudió ayer a la mañana hasta el predio de La Rural, en el barrio de Palermo, donde había dos paquetes y uno de ellos produjo una pequeña explosión al ser abierto.
En tanto, se indicó que el paquete que fue abierto, estaba destinado al Pino, mientras que el otro era dirigido al vicepresidente de la entidad, Marcos Pereda, que no llegó a abrirse, pero no tenía nada.
De acuerdo a la información aportada, el explosivo no tenía metralla, por lo que las autoridades señalan que no estaba destinado para “generar daño”, pese a que cuatro personas resultaron heridas. Los lesionados fueron trasladados hasta el Hospital Fernández. Todos están ilesos y la persona que abrió el paquete solo tiene un hematoma en la cara”, detallaron.
Por el hecho hubo un fuerte operativo policial, de bomberos y del SAME en la zona. Anoche seguían buscando a él o los responsables. Se habló de un exempleado despechado pero no se descartó un peligroso mensaje a la entidad ruralista.
“Tenía intenciones de herir”
El ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, afirmó que el segundo paquete que llegó a la Sociedad Rural Argentina (SRA) “tenía intenciones de herir”. El funcionario brindó una conferencia de prensa a metros de La Rural y detalló el operativo realizado tras la explosión de un paquete sospechoso que estaba dirigido alpresidente de la Sociedad Rural Argentina, y confirmó que la segunda encomienda que llegó a la sede era “real”, sin explosivos.
Junto con Diego Kravetz, secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Wolff explicó: “Llegaron dos paquetes a la SRA, una dirigida a Pino y otra a Marcos Pedera. El del presidente fue subido a su oficina y cuando su secretaria lo abrió hubo una explosión de estruendo, que generó destrozos de su escritorio”.
Frente a este escenario, el funcionario indicó que “se activaron las alarmas de incendio” y que por la explosión su secretaria resultó herida con una “contusión en su mano”, mientras que otras tres personas fueron afectadas por inhalación de humo y trasladadas al hospital Fernández.
“Casi al mismo tiempo había llegado otra encomienda, que, por lo ocurrido se lo relacionó en principio con el anterior. Sin embargo, el segundo paquete llevaba un decodificador”, informaron fuentes del caso. Wolff y Kravetz confirmaron que el segundo paquete fue detonado de manera controlada por la Brigada Antiexplosivos de la Ciudad y allí se constató que se trataba de una encomienda real destinada para el vicepresidente.
En la causa interviene el Juzgado Federal a cargo del Sebastián Casanello y también trabaja un comité de crisis de la Ciudad.
Fuentes judiciales informaron que en cuanto estén en condiciones “se le tome declaración a Pino y a su secretaria”.
“Se trató de un explosivo casero”
La Sociedad Rural Argentina confirmó ayer que el explosivo entregado por correo al presidente de esa entidad, Nicolás Pino, fue de elaboración “casera” y buscó “atentar” contra la vida de ese dirigente.
“Luego de haber recibido información proporcionada por las distintas fuentes de la investigación en curso, podemos inferir que se trató de un explosivo casero que buscó atentar contra la vida del presidente de la entidad, Nicolás Pino”, indicó la SRA en un comunicado.
Pino y cuatro integrantes del staff de la SRA “se encuentran aislados en el Hospital Fernández por protocolos toxicológicos, realizando los exámenes correspondientes para determinar o descartar posibles sustancias tóxicas contenidas en el explosivo”, añadió. Las instalaciones de la sede social de la SRA, ubicada en el barrio porteño de Palermo, “han sido inspeccionadas por la Policía Federal. La Asociación Empresaria Argentina (AEA) expresó su “total repudio al atentado”. Otras entidades y sectores criticaron el ataque.
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