Sin medias tintas, la vicepresidenta Victoria Villarruel afirmó ayer que el juez federal Ariel Lijo no tiene los “pergaminos necesarios” para integrar la Corte Suprema de Justicia, tal como propone el Poder Ejecutivo que integra.
“Mi opinión sobre Lijo es pública. No estoy de acuerdo con su candidatura”, expresó Villarruel durante un almuerzo en el Colegio de Abogados de la ciudad de Buenos Aires. Para la Vicepresidenta, Lijo “es un juez que su candidatura ha partido mucho a la sociedad entre los que están a favor y en contra”.
“Es un juez controversial que no contaría con los pergaminos necesarios para ser juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, insistió. Otro de los argumentos que esgrimió Villarruel fue que Lijo ocuparía el asiento del máximo tribunal que dejó vacante Elena Highton en 2021.
“Está reemplazando la banca de una mujer. Me hubiera gustado que ese lugar lo ocupara una mujer, y lo dice alguien que no es feminista sino desde un lugar de justicia”, subrayó. También salió en contra de la postulación de Lijo, el senador de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, y le apuntó al influyente asesor, Santiago Caputo.
El juez Lijo viene cosechando distintas críticas tanto desde el oficialismo como de la oposición.
Hasta ahora el kirchnerismo no se ha pronunciado públicamente sobre su candidatura, aunque ayer las declaraciones del senador José Mayans (presidente de uno de los dos bloques del kirchnerismo) puso en duda su votación en la Comisión de Acuerdos.
Será clave la presencia de Lijo en el senado
Lijo debe defender hoy, desde las 10, su candidatura para integrar la Corte Suprema de Justicia ante la Comisión de Acuerdos del Senado, luego de haber sido postulado a principios de año por el presidente Javier Milei.
Lijo será el primero de los dos candidatos a integrar el tribunal que se presentará en la Cámara alta; el otro es abogado Manuel García Mansilla, que lo hará el miércoles 28 a la misma hora y ante un panorama de incertidumbre porque tampoco están garantizadas las firmas de su pliego.
Una señal de alerta se activó en la tarde de ayer cuando el jefe del bloque del kirchnerismo en la Cámara alta, Mayans, dijo que “nadie” del oficialismo les habló y que su bloque no tiene “ninguna obligación”. “El que tiene la obligación de juntar las firmas es el Ejecutivo”, desafió Mayans. Sin embargo trascendió que la administración libertaria apuntalaría un acuerdo subterráneo con el kirchnerismo duro.
Los encargados de tal trabajo son el asesor presidencial Santiago Caputo y el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio.
Si bien buscarían un encuentro con la expresidenta Cristina Kirchner, en los hechos buscan intermediarios para ese trabajo.
La Comisión de Acuerdos, que preside la senadora del PRO, Guadalupe Tagliaferri (CABA), está compuesta por otros 17 miembros: ocho kirchneristas; cuatro de la Unión Cívica Radical (UCR), uno de La Libertad Avanza (LLA) y cuatro pertenecientes a bloques federales. Para que el pliego de Lijo llegue al recinto necesita la firma de nueve de esos 17 integrantes; por lo tanto, si el kirchnerismo decide no firmar el pliego, la posición de Lijo quedará en el aire, al menos hasta que se logre acordar con esa bancada.
La senadora de la UCR Carolina Losada es otra de las figuras que se opone a la candidatura de Lijo; también su compañero de bancada de la UCR Pablo Blanco.
Blanco formuló el lunes último en declaraciones radiales que su bloque todavía no “tomó una postura sobre el pliego de Lijo”, pero afirmó que acompañará “únicamente a una candidata mujer porque es lo que corresponde”.
Lijo fue candidateado por el Gobierno como reemplazo de Elena Highton, quien dejó la Corte en 2021. Ante las negativas de Losada y Blanco, y en eventual caso de que el kirchnerismo mantenga la postura de Mayans, serían solo ocho las firmas que reuniría el pliego de Lijo.
Cortocircuito
Otra de las dudas marcha por el senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau ya que el legislador estaría siendo presionado por su socio de Evolución, Emiliano Yacobitti, para acompañar el pliego. En la cúpula del centenario partido observan que la sociedad Lousteau- Yacobitti no transita un buen momento, justamente, por Lijo.
Lousteau aspiraría a renovar su banca en 2025 y acompañar el pliego del juez, cuestionado fuertemente por diversos actores históricos de la UCR y de la instituciones satélites del Poder Judicial, lo que lo pondría en una posición de debilidad.
Por lo tanto, el dirigente delegó la decisión en el partido, que todavía no se expidió. Si bien el contexto en el que Lijo defenderá su pliego no será el más amigable, no es obligatorio que las firmas estén este miércoles.
De hecho, Tagliaferri dejaría en claro sobre el final de la audiencia pública que quedará habilitado el despacho para su firma. En el Senado, Lijo cuenta con 33 impugnaciones y 16 adhesiones. Y su exposición de hoy se dará seguramente en un clima tenso.
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