La discusión por la Boleta Única de Papel (BUP) podría reactivarse esta semana en el Senado de la Nación, luego de haberse enfriado por algunos días ante una agenda de proyectos que presionan la comodidad de la Casa Rosada y del Palacio de Hacienda como, por ejemplo, la reforma jubilatoria.
En las últimas horas tantearon el panorama desde Balcarce 50 para concretar un encuentro entre el jefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, y los presidentes de los bloques dialoguistas. La reunión no está confirmada, pero, de avanzar, podría ser esta semana.
El oficialismo senatorial está muy cerca de abrochar la BUP si es que le conceden a la senadora Mónica Silva (Río Negro) la eliminación del casillero que permite la elección de la boleta completa. Cuando el consenso parecía un hecho, hace una semana Silva se fotografió con referentes kirchneristas que apoyaron su dictamen, lo que aceleró las suspicacias en los pasillos de la Cámara alta.
La reunión plenaria del pasado 10 de enero concluyó con la firma de un dictamen de mayoría que tuvo el acompañamiento de bloques federales, La Libertad Avanza, el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR). Por otro lado, Silva impulsó otro de minoría con el apoyo del kirchnerismo y del senador Carlos Arce (Misiones).
Tanto Silva como Arce, sumada la senadora Sonia Rojas Decut (Misiones), forman parte de la denominada “oposición dialoguista” y son clave para el oficialismo a la hora de la construcción del quorum y de las mayorías mínimas constitucionales que se necesitan, dependiendo el caso, para aprobar un proyecto.
Sin el apoyo de estos tres senadores, el poroteo con respecto a la BUP queda empardado en 36 votos para cada lado.
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