El cepo cambiario se mantiene porque las reservas no crecen en el Banco Central.
El cepo cambiario se mantiene porque las reservas no crecen en el Banco Central.
DEUDA EXTERNA

El Gobierno quiere lograr un nuevo acuerdo con el Fondo

Javier Milei sostiene que la negociación llegará a buen puerto antes de fin de año, pero no define cuándo se levantará el cepo cambiario.

Mientras admite que por ahora no están dadas las condiciones para levantar el cepo cambiario, el presidente Javier Milei dice que "seguramente" antes de fin de año llegará el nuevo acuerdo con el FMI, por el cual el organismo liberaría plata fresca para la Argentina.

El mercado se viene preparando para el día en que se dejen de lado las restricciones cambiarias.  "Al cepo lo estamos empezando a velar, pero todavía no sabemos cuánto durará el velatorio". La frase circula en la Casa Rosada y refleja que, más allá de la negativa del ministro Caputo a fijar una fecha, el tema está siendo analizado en las más altas esferas gubernamentales.

"Caputo tiene en carpeta levantar el cepo en el primer trimestre del 2025, tras cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, pero no lo dirá hasta que llegue el momento oportuno", es la lectura que hacen algunos economistas que mantienen reuniones periódicas con el jefe del Palacio de Hacienda. Por qué Caputo nunca adelantará una fecha: porque no quiere que exportadores e importadores especulen con ese dato clave, el más buscado por los inversores.

Milei tiene muy claro que las inversiones no despegarán si no se eliminan las restricciones cambiarias. De hecho, las inversiones muestran una caída superior al 20 por ciento, según el último informe de la consultora de Orlando Ferreres. 

La idea es llegar a elaborar un cóctel que reúna el acuerdo con el FMI por dólares frescos, la recuperación de la economía y la próxima cosecha de soja. En abril último, ejecutivos del JP Morgan estuvieron en la Argentina y se llevaron información de primer nivel que también manejan otros grandes bancos de inversión.

Por etapas

La impresión más clara que se llevaron es que la apertura del cepo cambiario será en etapas. Por ahora, la prioridad será el pago de importaciones y con la vigencia del impuesto País, aunque con una alícuota más baja a partir de septiembre.

En este segundo semestre, se espera que el Gobierno suelte en forma más gradual dólares a las empresas que deban pagar insumos y bienes terminados al exterior. Otras transacciones que demandan divisas, como el pago de regalías y utilidades al exterior, seguirán bajo llave o se pospondrán con nueva deuda del Banco Central.

Para bancos de Wall Street, la atención se centra en que continúe la tendencia a la baja de la inflación, con la meta aún no explicitada de alcanzar un logro de alto impacto: que el INDEC detecte una inflación cercana a cero hacia el último trimestre del año.

"Mi objetivo es alcanzar la inflación cero", confirmó Milei en una reciente entrevista. La definición pasó algo desapercibida en medio de sus diatribas e insultos contra la oposición y algunos economistas. Desapercibida para la opinión pública, no para quienes tomar decisiones de inversión a diario.

Analistas creen que la jugada del Banco Central de mantener la tasa en niveles del 40% va en línea con esa estrategia. Caputo y su hombre en el Banco Central, Santiago Bausili, consideran que las tasas positivas se podrán lograr hacia la última etapa del año porque tienen la expectativa de que el costo de vida caerá hacia niveles que no se ven en la Argentina desde la convertibilidad. Es decir, hace tres décadas.

Ataque a las críticas

Para el exministro de Economía Alfonso Prat Gay, el Gobierno por ahora se aferrará al cepo cambiario, las retenciones y el impuesto País. La declaración no cayó bien en el Gobierno, desde donde recuerdan que la experiencia de Mauricio Macri de levantar las restricciones cambiarias apenas asumió en 2015 terminó mal y, antes de irse, debió reimplantarlo. "Parece que algunos no entienden lo que pasa en la Argentina", disparan desde la Casa Rosada.

Incluso, Milei va más allá. Asegura que quienes pretendían que levantara el cepo apenas asumió en realidad buscaban que su gobierno terminara rápido y mal. "Me quisieron desatar una hiperinflación, y que en enero me tuviese que ir", asegura el presidente libertario. "Nos querían ver fracasar a pocos días de asumir", abunda.

Y en el marco del plan "Paso a Paso", el Banco Central eliminó una norma que limitaba el acceso al dólar financiero a aquellas personas que tenían un subsidio en energía o ayuda social durante la pandemia. Además, volvió a habilitar a beneficiarios de planes sociales, o personas que hayan recibido algunas de las ayudas que ofreció el Gobierno durante la pandemia a la compra y venta de títulos valores en moneda extranjera, es decir, el MEP o el contado con liqui.

Milei sostiene que habrá condiciones de levantar el cepo cuando se termine de sanear el balance del Banco Central y todos los mecanismos de emisión de dinero. Y a eso suma la necesidad de contar con un buen colchón de reservas para frenar cualquier ataque especulativo. Este último punto está lejos de lograrse. Las reservas netas están en niveles negativos en alrededor de U$S 4.000 millones, porque junio y julio fueron meses muy malos para cosechar divisas.

La duda en el mercado es cómo jugarán todas estas especulaciones sobre el cepo cambiario y su fecha de caducidad, con la competencia de monedas que, por todas las señales que ha dado el Gobierno, goza de buena salud, aunque aún no hay precisiones sobre su implementación. Tampoco está claro si el tema agrada al FMI. En una de sus tantas entrevistas televisivas, Milei desafió: "Si me ponen 15.000 millones de dólares al cepo lo abro mañana".

Habrá que ver si el Gobierno se conforma con el acceso a esos fondos, que podrían aportar el FMI y un grupo de bancos, pero recién hacia principios del año próximo.

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