Gobernadores peronistas y gremios quieren plantarse al gobierno de Milei.
Gobernadores peronistas y gremios quieren plantarse al gobierno de Milei.
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Gobernadores peronistas arman un frente opositor

A ese grupo se suman los gremios industriales, mientras la CGT espera.

Los gobernadores peronistas que no adhirieron al Pacto de Mayo y los gremios del sector industrial, con SMATA a la cabeza, comenzaron a delinear una "unidad" para plantear reclamos y ejercer presión al gobierno de Javier Milei, mientras la Confederación General del Trabajo (CGT) gana tiempo ante sus bases y apuesta por el diálogo.

Dos hechos dieron cuenta de ese contraste la semana pasada: por un lado, la CGT postergó la adopción de nuevas medidas de fuerza y pidió formalmente una audiencia con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, un llamado que el Gobierno escuchó y que respondió con una convocatoria al triunvirato sindical para el nuevo "Consejo de Mayo".

La Secretaría de Trabajo invitó para el martes próximo a los triunviros Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano para el "diálogo social" que se instaurará con el Consejo de Mayo, el ámbito anunciado por Milei que tendrá el rol de traducir en leyes el pacto firmado con 18 gobernadores.

Por otra parte, y apenas un día después de la reunión de los popes de la CGT, un puñado de gremios industriales enrolados en la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira) se reunieron con los gobernadores peronistas que no adhirieron al Pacto de Mayo, con Axel Kicillof (Buenos Aires) y Ricardo Quintela (la Rioja) a la cabeza, para darle forma a un nuevo polo opositor.

La sede de SMATA, que conduce Ricardo Pignanelli, fue el escenario para ese encuentro, donde se trazó un panorama de la situación económica y se convocó a conformar una "unidad" de todos los sectores opositores al jefe Estado, según pudo saberse de fuentes al tanto de esa reunión.

Además de Kicillof y Quintela, estuvieron los gobernadores Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Ninguno de ellos había apoyado el Pacto de Mayo promovido por Milei, con la excepción del mandatario santiagueño.

En ese mitin, que funcionó en "espejo" de la cita edulcorada de la CGT, los asistentes hablaron de la "situación catastrófica" que arrojó un estudio económico elaborado por SMATA sobre el impacto de las políticas del Gobierno. "Estaban todos muy preocupados por los números", señalaron desde el entorno de uno de los gobernadores que participó del convite, y añadieron que precisamente fueron los mandatarios lo que "contaron sobre la caída del empleo en sus provincias, sobre todo en el sector industrial".

Gobernadores y gremios coincidieron en adoptar una postura de "resistencia y de reclamo permanente" porque los puestos de trabajo "se están cayendo estrepitosamente", del mismo modo que la puesta en marcha del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), de flexibilización impositiva, tampoco les genera "expectativas".

En lo político, todos los asistentes coincidieron en "trabajar una unidad para generar una oposición que permita ser escuchada". Un contraste con la postura global de la CGT, que espera la reunión del martes en Trabajo y que, por toda respuesta a sus bases, convocó para el 25 de julio a su Consejo Directivo para ver los pasos a seguir.

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