Mauricio Macri va procurando reconstruir, paso a paso, el poder total que tuvo sobre el PRO. Ya cuenta con el control del partido a nivel nacional y en el distrito bonaerense acaba de desembarcar el diputado nacional Cristian Ritondo, un hombre de su extrema confianza. Hoy buscará completar la obra cuando sea designado el ex intendente de Pinamar, Martín Yeza, como titular de la asamblea nacional partidaria.
Se trata de una serie de movimientos íntimamente relacionados con la disputa política que el ex presidente mantiene con Patricia Bullrich, que muestra como telón de fondo la relación entre el partido que Macri fundó hace poco más de 20 años y La Libertad Avanza.
La ministra de Seguridad presionó fuerte para que el PRO vaya directamente hacia una fusión con el esquema partidario que lidera el presidente Javier Milei. Dio una señal muy contundente en ese sentido cuando encabezó en el Conurbano un acto junto a dirigentes libertarios.
Macri enfureció frente a esa embestida. El ex presidente no descarta un acuerdo con La Libertad Avanza, pero busca en todo caso ser quien lidere esa negociación sin que su creación electoral pierda identidad. Por eso movió sus fichas. Desalojó al bullrichismo de la conducción del PRO bonaerense y forzó una renovación que se terminó por concretar en las últimas horas con la asunción de Ritondo en reemplazo de Daniela Reich, la senadora y esposa del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, aliados a la ministra de Seguridad.
“Asumimos la conducción del PRO en la Provincia con el apoyo de Néstor Grindetti, Diego Santilli, Guillermo Montenegro y mucho amás”, escribió el ex ministro de Seguridad en sus redes sociales. Pero luego lanzó una definición por demás jugosa. “Vamos a reconstruir nuestro espacio y volver a ser la principal opción de cambio para tener una provincial normal”, sostuvo.
Ritondo pareció aludir a dos cuestiones básicas. La primera, que el PRO descartó ir hacia una fusión con los libertarios como pretende Bullrich. La segunda, y acaso más fuerte, que el macrismo pretende liderar la oferta electoral que se conforme en la Provincia.
Hoy, también a instancias de Macri, se buscará terminar de correr al sector de Bullrich de los principales espacios de poder partidario. Si bien en una negociación de hace varios meses el ex presidente iba a dejar la asamblea nacional partidaria en manos de la ex candidata presidencial, ahora la pelea interna generó un cambio de planes.
Quien quedará a cargo de ese organismo que lleva adelante la política de alianzas es Yeza, otro dirigente que responde sin vueltas a Macri. Bullrich decidió no intervenir en el proceso interno del PRO bonaerense porque desconoce la forma en que Reich fue desplazada.
La ministra, mientras tanto, volvió a dar señales de autonomía y distanciamiento y en las últimas horas se reunió con los legisladores bonaerenses que le responden que, en medio de los cortocircuitos, rompieron los bloques del PRO y conformaron las bancadas de “PRO Libertad” en la Legislatura.
Diferencias
Macri se mueve en dirección opuesta. Se puso a la cabeza de su partido y comenzó a tomar distancia del Gobierno en medio del proceso de reconstrucción partidaria. Esa posición incluso quedó reflejada en el documento de la Fundación Pensar, que preside María Eugenia Vidal, en el que se cuestiona distintas medidas de la administración Milei. “Hay más interrogantes que certezas”, concluyó.
El propio Macri dio un paso más ayer en ese proceso de toma de distancia del gobierno de Javier Milei. Fue cuando salió a reclamar que la Nación cumpla con el fallo de la Corte que le devuelve fondos coparticipables al gobierno porteño que ejerce Jorge Macri y que en 2020 le había quitado Alberto Fernández.
“El sacrificio que están haciendo todos los argentinos requiere de un gobierno ejemplar, que cumpla la ley de la misma manera que la exige”, señaló el ex presidente en otra señal de toma de distancia de la Casa Rosada.
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