Los esfuerzos del Palacio San Martín e Itamaraty para encarrilar la tensa relación entre los presidentes de la Argentina y Brasil sufrieron este miércoles un nuevo traspié. Tras los dichos del presidente de Brasil, Lula da Silva, quien le reclamó un pedido de disculpas a Javier Milei, el Gobierno le respondió al mandatario brasileño. “El Presidente no cometió nada de lo que tenga que arrepentirse”, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni, ante una consulta de la prensa, durante su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada.
“Lo que Lula pretenda, está dentro de sus deseos, lo respetamos, pero el Presidente no ha cometido nada que lo que tenga que arrepentirse”, dijo el portavoz de Milei en conferencia de prensa, en Casa Rosada.
Minutos antes, el mandatario brasileño había sido muy crítico de Milei, con quien evitó dialogar durante la cumbre del G-7, en Italia. “No conversé con el presidente de la Argentina porque creo que tiene que pedir disculpas a Brasil y a mí. Él dijo muchas bobadas. Solo quiero que él pida disculpas, a mí y al pueblo de Brasil”, dijo hoy Lula en una entrevista a la cadena Uol.
El intercambio agudiza las tensiones que guían el vínculo entre los dos países, y por el momento no hay visos de que aflojen, a pesar de algunos gestos y acercamientos puntuales, como la reciente colaboración de Brasil en la provisión de gas para el país, y el voto argentino por el candidato brasileño Valdecy Urquiza en la conducción de la Interpol. El próximo lunes 8 de julio, en Asunción, Paraguay, se realizará la primera cumbre de presidentes del Mercosur desde que Milei asumiera la Presidencia. Será, si no hay cambio de planes de la Casa Rosada, el primer foro compartido por ambos presidentes, además de las presencias de los mandatarios de los otros socios: Uruguay, Paraguay y el recientemente incorporado Bolivia.
Antes de llegar a la Casa Rosada, durante la campaña electoral, Milei había acusado a Lula da Silva de “comunista” y “corrupto”.
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