¿Qué puede pasar en los próximos meses?
El poder adquisitivo de las jubilaciones se recuperó entre un 29% y un 46% entre febrero y mayo de este año. Igualmente, las jubilaciones mínimas con bonos siguen un 26% abajo de las de 2017 y el resto de haberes un 43% abajo de 2017.
El poder adquisitivo de los jubilados viene cayendo desde el año 2018. Un importante grupo de jubilados tuvo la incorporación de bonos compensatorios, que buscaron amortiguar la pérdida generada por una tasa de inflación que le ganaba a los haberes. Es un tema que ya he desarrollado en varias oportunidades. En este informe analizo la jubilación mensual en 3 momentos del tiempo: el promedio del año 2017, el mes de febrero de 2024 y el mes de mayo de 2024. En función de la inflación esperada y del esquema actual de actualización de haberes, al final se desarrolla la posible situación de los jubilados en los próximos meses.
Jubilados con bonos
Estos jubilados recibieron, en moneda de junio 2024, un haber mensual promedio de $370.000 en el año 2017. En el mes de febrero de 2024 tuvieron un haber mensual de $212.400, incluidos los bonos. Este fue el mes de menor poder adquisitivo de los últimos años, registrando una caída del 43% respecto al promedio de 2017.
Desde el mes de febrero las jubilaciones reales vienen registrando un aumento. El monto del mes de mayo, incluido el bono de $70.000, fue de $273.000 en moneda constante. Desde el piso de febrero, el poder adquisitivo de la jubilación subió un 29%. Respecto al promedio de 2017, la caída relativa sigue siendo muy grande, del 26%.
Dado el actual esquema de ajuste mensual, si la inflación de ahora en más se mantuviera relativamente constante, los haberes reales se estabilizarían en estos valores actuales. Obviamente, quedarían muy por debajo de los del año 2017.
Licuación
Un aspecto clave que el Gobierno debe resolver en el corto plazo es qué dinámica le va a dar a los bonos compensatorios. Si por ejemplo dejara fijo el valor del bono en $70.000, la licuación que generará la inflación, a pesar que sea baja, va a hacer que el ingreso real de esta importante masa de jubilados, luego de tocar un máximo en este mes de junio, empiece a descender mes a mes.
El esquema es simple: lo que implica en plata el crecimiento real del haber es menor que la pérdida de plata generada por la licuación del bono en caso que se mantenga fija en $70.000. Este tema del bono es muy significativo. Es clave lo que el Gobierno decida hacer en julio.
En todos los casos los ingresos reales van a quedar muy abajo de los registrados en el año 2017. La Cámara de diputados sancionó un proyecto que implica, entre otras cosas, mejorar un 8,5% los haberes reales. Javier Milei ha manifestado que va a vetar cualquier proyecto que ponga en riesgo el equilibrio fiscal.
La sostenibilidad a futuro es la clave. Sería ideal que el Congreso sancione en el mismo momento el cambio de gastos o de ingresos que garanticen que el gasto que está subiendo no tiene un impacto neto negativo en el resultado fiscal.
Pronto debería haber una reforma integral del sistema previsional, dentro de una reforma fiscal integral, que permita que los jubilados al menos recuperen el poder adquisitivo del año 2017. Bajo la condición del equilibrio fiscal, la sociedad debe definir un mecanismo que garantice que los jubilados que aportaron durante su vida activa puedan al menos recuperar el poder adquisitivo del año 2017 y que se les mantenga de manera sostenida. No hay mucho tiempo para la discusión.
Nadin Argañaraz: Economista, presidente de IARAF.