El Gobierno está confiado con su plan para recuperar Bienes Personales y Ganancias en Diputados cuando se traten la Ley Bases y el paquete fiscal que fue aprobado en Senadores, pero no descartan redoblar la apuesta en el tramo final y avanzar hacia una restauración del modificado Régimen de Grandes Inversiones (RIGI). Y el plan en la Casa Rosada es apoyarse en los resquemores que se generaron entre los bloques de diputados del PRO y la UCR con sus pares del Senado, que votaron para modificar varios de los capítulos a los que ellos les habían dado luz verde.
“Nuestras prioridades son Ganancias y Bienes Personales, pero después los otros bloques pueden tener su propia agenda”, deslizaron en Balcarce 50, donde apuestan a beneficiarse de las rivalidades en los otros partidos para propiciar una reedición de las versiones anteriores de algunos capítulos, especialmente el recortado RIGI, que quedó restringido a nueve áreas (foresto-industria, turismo, siderurgia, petróleo, gas, infraestructura, minería, energía y tecnología) y sufrió un cambio fundamental, porque se determinó que debe respetarse un 20% de contratación de proveedores locales.
En el oficialismo son optimistas y confían en que la Cámara de Diputados replicará la mayoría que obtuvo en la media sanción de ambas iniciativas. En el impuesto a los Bienes Personales, la diferencia entre quienes se pronunciaron a favor y en contra del impuesto son 36 votos, una cuesta arriba demasiado empinada para sus detractores.
En Ganancias, en tanto, la diferencia fue más ajustada: 19 votos. Fue la votación más reñida de todo el paquete fiscal. El tablero arrojó 132 a favor, 113 en contra, 4 abstenciones y 7 ausencias. El oficialismo cree que finalmente se impondrá la restitución del impuesto y por eso presionan a los gobernadores dialoguistas para asegurar esa votación y que las provincias puedan recuperar en algunos puntos la coparticipación federal.
Entre los bloques dialoguistas hay quienes, como el diputado Miguel Pichetto, que coinciden con este pronóstico, pero otros, como el jefe del bloque radical Rodrigo De Loredo, que tienen sus dudas. Sabe que en su bancada hay legisladores a los que les resultaría demasiado costoso en términos políticos y electorales votar por segunda vez la restitución de un impuesto que va a impactar de lleno en los bolsillos de la clase media asalariada.
“Los diputados que responden a sus gobernadores no tienen ese dilema, porque al final la provincia se vería beneficiada con un aumento en la coparticipación, si se aprueba”, explicaron desde la bancada radical.
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