La inflación del 4,2% que anunció el Indec para mayo marcó el número más bajo desde enero de 2022 y la primera baja interanual en la administración de Javier Milei, dominada por el impacto de la “motosierra” y la “licuadora” y con el orden fiscal como primer mandamiento económico.
Este número en particular implicó un cambio de escenario importante por ser el primer dato interanual en 10 meses en marcar una reducción, desde julio del año pasado, cuando el indicador cedió un 2,2% respecto a junio 2023.
Ahora los signos de interrogación se posan sobre dos cuestiones: el indicador seguirá desacelerándose, se estancará o, por el contrario, subirá de la mano del impacto de las subas tarifarias en servicios públicos.
A esto se le suma otra incógnita, que es si la economía sale del pozo en el que está y empieza a dar signos de revertir la recesión. Algunos especialistas creen que eso recién ocurrirá para fines de año. Otros estiman que ya hay indicadores que demuestran que lo peor ya pasó.
El índice de precios básicos (IPB) de La Plata arrojó una variación mensual de 4,9% en mayo. El estudio realizado en forma conjunta por la Cámara de Comercio e Industria de La Plata y la Universidad Nacional de La Plata reveló que se consolida la tendencia a la desaceleración que se inició el pasado enero, cuando marcó 27,9%, para seguir con un 13% en febrero, 10,6% en marzo y 6,3% en abril, hasta llegar al 4,9% medido en mayo.
En cuanto a la medición nacional, el último informe de FocusEconomics redujo en 9 puntos porcentuales la proyección de inflación, al estimarla en 247,4% anual.
El reporte LatinFocus, que releva de manera mensual los pronósticos sobre la tasa de interés, la inflación, la actividad y el dólar en el país y otros países de América Latina, advierte que “la economía se contraerá este año por el plan de ajuste macroeconómico del presidente Javier Milei, que implica un ajuste fiscal, devaluación de la moneda y eliminación de los controles de precios”.
La inflación argentina es actualmente la más alta del mundo. En tanto, las proyecciones de inflación de los analistas de la city volvieron a recortarse, de acuerdo con el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que publicó el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Pronostican que el índice de precios al consumidor (IPC) cerrará 2024 con una suba interanual de 146,4%, 15 puntos menos que en la encuesta previa. Sin embargo, el REM arrojó un escenario desafiante: a partir de junio, la desaceleración mensual se frenará.
El mejor número en cuanto a las proyecciones de las consultoras previas a conocerse la medición del Indec lo dio la Fundación Libertad y Progreso, con un 4,3% para mayo y un total para 2024 de un 72,1%.
Según Lautaro Moschet, economista de la entidad, también se observó una disminución de la inflación núcleo en contraste con abril.
“Esta tendencia sugiere que, de mantenerse, el IPC podría estabilizarse en un rango del 4% al 5% en los próximos meses; incluso teniendo en cuenta que quedan pendientes incrementos de precios regulados”, dijo.
Con respecto al crecimiento de la economía, Aldo Abram, economista y director de Libertad y Progreso, aseguró que “hay indicadores de la actividad que muestran que se llegó a un piso. Por eso la recuperación puede empezar pronto en algunos sectores de la economía, que ya dejaron de caer”.
En ese contexto, el Banco Mundial publicó un nuevo informe en el que analizó la situación económica de América Latina, donde, en el capítulo argentino, ponderó algunas de las políticas que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, pero dejó también un mal pronóstico para lo que resta de 2024: el PBI caería más de lo esperado y se desplomaría un 3,5%.
El informe de FocusEconomics detalla una significativa disminución en las previsiones para la inflación de 2024 para Argentina, que pasó de 256,4% a 247,4%. Y pronostica una contracción del PBI del 3,3% para este año. Esta caída refleja un deterioro en la actividad económica, exacerbado por la elevada inflación, la volatilidad cambiaria y la debilidad de la demanda interna, según el estudio.
En este sentido, el REM arrojó un deterioro de las proyecciones para la actividad económica, lo que traza la perspectiva de una recesión algo más profunda de la que se esperaba en relevamientos previos.
La media de los pronósticos fue de una caída del PBI real del 3,8% para 2024, lo que significa una baja 0,3 puntos porcentuales más importante que en la encuesta anterior.
Disminución de la actividad
La disminución de la actividad en sectores clave como la agricultura, junto con un consumo interno retraído, contribuyen a una perspectiva económica negativa. La combinación de estos factores indica una economía en recesión con una recuperación llena de interrogantes.
En tanto, el Banco Mundial cambió ostensiblemente las expectativas para la economía argentina desde su primer informe al comenzar el año. “Las previsiones de crecimiento para 2024 se han revisado a la baja desde enero,”, informaron.
En tanto, las consultoras siguen de cerca los movimientos de los dólares libres (blue, contado con liqui y MEP), que impactan en los precios internacionales, en los costos de las empresas y por lo general anticipan subas de precios al por menor.
Para la consultora LCG, es posible que el dato de mayo constituya “un piso transitorio” debido a que en la medición de junio se computarán los aumento de las tarifas de electricidad y gas, en los combustibles y en el transporte de pasajeros, además de la medicina prepaga.
Por su parte, la consultora ACM advirtió que el nivel del IPC de mayo ocurrió en medio de un descenso importante de la actividad y de una devaluación inferior al ritmo de la inflación. En ese contexto, proyectó la posibilidad de que el decrecimiento de los precios prosiga en adelante, pero de una forma “más marginal”.
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