El changuito del supermercado tiene en cada compra menos alimentos y bebidas.
El changuito del supermercado tiene en cada compra menos alimentos y bebidas.
BRUTAL RECESIÓN

Caen consumos esenciales como alimentos y bebidas

La población, afectada por la profunda caída del poder adquisitivo, limita los gastos incluso en productos básicos.

Como consecuencia de la recesión económica, que provocó una brutal caída de salarios y el derrumbe del poder adquisitivo de la población, el consumo de productos básicos y esenciales se desplomó otro 14% en abril.

Según la medición de la consultora Scentia, los compradores cambiaron sus hábitos clave al momento de ir a los comercios, lo que en parte explica las grandes caídas en la demanda de algunos productos como alimentos, bebidas y medicamentos.

Estos datos provienen del relevamiento "Consumo y contexto económico" realizado por Ecolatina en marzo de este año. El informe destaca que 9 de cada 10 consumidores cambiaron su forma de comprar en supermercados. Según el informe, los argentinos dejaron de comprar productos que antes consumían a diario y ahora buscan más promociones.

Cabe destacar que, según el ministro de Economía, Luis Caputo, hay una mayor cantidad de productos con descuentos en los comercios debido al sobrestock generado por las empresas antes de la asunción de la gestión libertaria de Javier Milei.

Alimentos y bedidas

El rubro alimentos y bebidas se observa una fuerte caída de ventas que ronda el 23%, lo cual refleja el impacto de la crisis provocada por la escalada de precios y la recesión. El segmento de bebidas es uno de los más afectados, ya que las gaseosas y el agua mineral fueron algunos de los productos que más incrementos mostraron en las góndolas.

Esto datos preocupan al sector empresarial, ya que indican que el poder adquisitivo de los consumidores sigue perforando su piso mes a mes. Un informe sobre datos más de 1.500 distribuidoras realizado por la consultora Nextbyn, reflejó caídas en casi todos los rubros de alimentos y bebidas.

Entre enero y abril las gaseosas de primeras marcas tuvieron una caída del 21% en su facturación, mientras que las de segundas marcas retrocedieron 23%. Lo mismo ocurrió con la venta de cervezas, mientras que el vino bajó un 10%. El Instituto Nacional de Vitivinicultura verificó una caída del 6,3% de consumo con respecto al año anterior.

Para los especialistas en consumo, se detectan cambios de hábito entre compradores que privilegian cada vez más las promociones. A su vez, el volumen de cada compra es cada vez más reducido, lo cual refleja que la gente va adaptando el changuito a un disponible de fondos cada vez más chico.

Además, se detectó una fuerte contracción en el uso del efectivo un crecimiento en los pagos con billeteras virtuales y tarjetas de crédito. La caída en las ventas alcanza también a las ventas online.

Tras las ofertas

Las empresas implementaron mayores mecanismos de descuentos para fomentar el consumo y atenuar la caída de las ventas. Según el informe, el 95% de los encuestados aprovecha promociones en sus compras, especialmente el 2x1, ya que es la más efectiva para abaratar las compras. Además, al menos seis de cada diez consumidores optaron por segundas marcas, especialmente las marcas propias de las cadenas, según el informe.

En este sentido, los productos que más han migrado de primeras a segundas marcas fueron los de almacén, limpieza, higiene y cuidado personal. El segmento de lácteos también se vio afectado, aunque en menor medida, ya que muchos consumidores han dejado de comprar esta categoría directamente.

En términos de edad, los jóvenes son los más propensos a probar productos de cadenas. De hecho, el 52% de aquellos que han decidido probar estos productos encuentran que son tan buenos, o incluso mejores, que los que usaban anteriormente. Casi la mitad de los encuestados afirmó recortar servicios esenciales del hogar.

En cuanto a la vida cotidiana de los consumidores, casi la mitad declaró que tuvo que recortar servicios en su hogar, principalmente el cable y los servicios de streaming. Además, dos de cada diez mencionaron haber abandonado la medicina prepaga.

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