Informalidad laboral: la mitad de los trabajadores está en negro
CRECE LA VULNERABILIDAD DEL SECTOR TRABAJADOR

Informalidad laboral: la mitad de los trabajadores está en negro

La tasa de trabajo informal alcanza ya en Argentina el 47,4%, lo que ubica al país en torno al promedio de Latinoamérica. Más de la mitad de ella se localiza en firmas privadas con menos de cinco empleados.

En Argentina, la tasa de informalidad laboral alcanza ya al 47,4%, lo que ubica a nuestro país en torno el promedio registrado América Latina, según detalla un relevamiento difundido por la Organización Mundial del Trabajo (OIT). 

En el país, como en la mayoría de la región, la recuperación de los puestos de trabajo continuó estando traccionada durante el año pasado por el crecimiento del empleo informal, lo que supone un aumento en las condiciones de vulnerabilidad del sector trabajador. 

Concretamente, de acuerdo con datos de la OIT, las ocupaciones de tipo informal contribuyeron a la creación de entre el 40 y 95%o de los puestos de trabajo entre el tercer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023. 

El año pasado, Ecuador pasó a ser el país de la región en el que la informalidad laboral tuvo la mayor participación en la recuperación del empleo total desde la pandemia, con el 95%; Argentina y Bolivia le seguían, con el 78 y 77% respectivamente. Luego venían Dominicana, Paraguay y México. Uruguay y Chile fueron excepciones en cuanto a la formalidad que los distinguió. 

Como se desprende del reporte, hay casos como Colombia, que pasó del 48% de informalidad previo a la pandemia al 56% y casi 6 de cada 10 colombianos trabajan sin seguridad social ni contrato laboral. Brasil y Argentina quedaron dentro de la media regional y México algo por encima. Pero más allá del pantallazo general que figura en el informe Panorama Laboral 2023, la Oficina de la OIT para América Latina y el Caribe destacó características preocupantes que subyacen en las estadísticas y se vinculan con brechas de género, desocupación juvenil, informalidad y pérdida de poder adquisitivo de los salarios. 

Y especifica que el desempleo y la informalidad afectan con intensidad al segmento joven del mercado, ya que la tasa de desocupación de ese segmento etario es de 14,4%, más del doble que la general, situada en 6,5%. 

En nuestro país, según un informe del INDEC, hay alrededor de 800.000 desocupados, de los cuales 90.000 son varones y la porción restante, corresponde a mujeres de 14 a 29 años. 

Las mujeres, en los años posteriores a la pandemia de Covid recuperaron algo de la brecha de género en la región, al ser su recuperación del 22% contra el 16,9% fe la masculina. Frente a esta preocupante realidad, la recomendación de la Organización Internacional de Trabajo a los gobiernos latinoamericanos es que fomenten la creación de más puestos de trabajo formales, que haya coordinación con políticas activas, formación profesional (transición digital, demográfica, verde) y políticas sectoriales con aumento productividad. 

Asimismo, que se propenda al fortalecimiento de las instituciones laborales, en particular, salario mínimo y negociación colectiva, en un marco de diálogo social. Pero además, que sean sostenidos los ingresos y extensión de la protección social y se institucionalicen los avances, con mayor alcance y coordinados.

 

Reforma laboral 

En Argentina, la reforma laboral que cuenta con media aprobación en la Cámara de Diputados, apunta a reemplazar la informalidad por precarización como primer escalón, al modificar las obligaciones previsionales de los nuevos contratos para que paguen monotributo. 

La tasa de informalidad en el país era del 47%, cuando el promedio en los mercados laborales de la región se situó en un 48%, si bien en algunos países superó el 70%. Los trabajadores que perciben salariado registrado representan el 47,2%, los autónomos el 3,4% y los profesionales cuentapropistas, el 1,8%. 

Dada la estructura empresarial, el 55% de la informalidad se localiza en firmas privadas con plantilla que no supera los 5 trabajadores. Las que tienen de 6 a 40 tienen el 34% en negro y las de más de 40, el 11%. 

El diputado Nicolás Massot puso de relieve la existencia de un gran acuerdo entre todos los bloques que conforman la Cámara de Diputados que evitó que 700 mil personas fuesen expulsados del monotributo social, ya que el proyecto oficial los hubiera empujado a la informalidad. 

Otra cuestión no menor que subyace en el debate es la verdadera tasa de desocupación. El número oficial es 6%, pero excluye a los que cobran planes sociales y por supuesto unas tres millones de personas que se sumaron al empleo público. 

Economistas como Ramiro Castiñeira consideran que entre todos esos grupos se contabilizan 4 millones más de desocupados o que, al menos, atraviesan un problema real de empleo. 

De modo que, si tomara como desempleo todo el empleo público creado en la última década, más los beneficiarios del plan Potenciar Trabajo, la tasa de desempleo saltaría 10 puntos porcentuales, a 16%, es decir, tres veces más que la estadística oficial. 

Tal como temen algunos analistas, en los próximos meses la recesión en el país se cobrará nuevas víctimas en el sector trabajador. Además de los recortes en el Estado y las empresas públicas en marcha, se calculan que serían unos 100 mil despidos en la construcción desde que empezó la gestión de Milei, debido a la paralización del 100% de la obra pública, que el Estado dejara de pagar la deuda vigente y a que las empresas no facturen.

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