El papa Francisco y Milei abren una etapa de diálogo constructivo
En el Vaticano dan por cerrada la polémica por las viejas críticas del libertario y hasta no descartan intercambios periódicos para interceder en medidas que favorezcan a los pobres
El primer encuentro oficial entre el papa Francisco y Javier Milei, que no se habían visto nunca en su vida, pero que habían oído hablar mucho el uno del otro en términos irreproducibles en un caso, marcó el comienzo de una nueva etapa de diálogo constructivo.
Consciente de la situación más que difícil que atraviesa su país -marcado por una nueva polarización, conflictividad social, devaluación, ajuste, inflación en las estrellas, pobreza en aumento-, el Papa, que quiere a su madre patria, quiso dejar en claro su respaldo al hombre que asumió el mando por voluntad de la mayoría de los argentinos. De ahí, esos gestos de afecto que nunca se vieron con ninguno de sus predecesores, como cuando Milei, el domingo, antes y después de la ceremonia, se le abalanzó y lo abrazó, como pidiéndole perdón y mostrándose arrepentido por todos esos epítetos lanzados en el pasado. Y el Papa, cual abuelo consolando a un nieto que cometió una macana, recibió ese abrazo con empatía, devolviéndole incluso una suerte de caricia, con su mano sobre esa melena que el mandatario, como le dijo tras una pregunta que rompió el hielo, no se había cortado, sino emprolijado.
“Lo que menos quiere el Santo Padre es que a su país le vaya mal”, comentó a La Nación una fuente vaticana que lo conoce muy bien. Para graficar cuál es la postura con respecto al presidente Milei de un Papa considerado “comunista” por los sectores más conservadores del establishment mundial y “peroncho” o hasta hace poco “kirchnerista”, de la Argentina, la misma fuente utilizó una metáfora: “Hay que arar con los bueyes que tenemos”. Traducción: haya lo que haya al frente de la presidencia del país natal de Jorge Bergoglio, su interés es el bien común de todos los argentinos. Y su preocupación mayor, tal como recordó su mayor exégeta, el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández, son los pobres, que en la Argentina representan a más del 40% de la población, lo cual no es poco y que, con las medidas de shock tomadas por los libertarios, están aún peor.
“Si construye una buena relación con Milei, el Santo Padre puede llegar a influenciar algunas de sus decisiones en favor de los que más sufren, tendrán contactos telefónicos, intercambiarán ideas. Por eso fue importante que se vieran y se conocieran”, indicó otra fuente vaticana.
Por todo esto, aunque puede calificarse de éxito esta primera visita de Milei al Vaticano, sobre todo porque estuvo una hora -un tiempo largo, récord- y si se la compara con las imágenes con rostro adusto que le puso a Mauricio Macri en 2016-, tampoco es un cheque en blanco. Fiel reflejo de esto, Milei no se llevó de su visita al Vaticano lo que hubiera sido el mayor regalo y un verdadero triunfo: un “sí” a la tan demorada visita a la Argentina. Se sabe que, durante la audiencia, que fue “muy amable” pero “más tranquila” y menos efusiva que esos saludos antes y después de la canonización de Mama Antula, “se habló de todo, sobre todo de cómo está el país”, contaron desde el entorno del papa Francisco.