“Llegaron a sus puestos y bancas levantando las banderas del cambio, para hoy traicionar a sus votantes. No vamos a seguir discutiendo con quienes exigen mantener sus privilegios mientras el 63% de los chicos argentinos no come”. Con esa sentencia, el Poder Ejecutivo de la Nación comunicó este martes a la noche que por tiempo indeterminado el proyecto de ley “Bases y puntos de partidos para la libertad de los argentinos” permanecerá estancado en el Congreso luego de que ayer la Cámara de Diputados lo hiciera retornar a comisión por falta de apoyos en su votación en particular.
El Gobierno sufrió en la tarde de este martes un fuerte traspié en la Cámara de Diputados tras perder, en una seguidilla de votaciones, varios artículos claves del proyecto de ley ómnibus enviado por Javier Milei. En efecto, el oficialismo, pese al apoyo del Pro, no pudo mantener en pie los artículos por los cuales pretendían una amplia delegación de facultades y atribuciones para instrumentar una fuerte reforma del Estado.
La primera derrota tuvo lugar cuando se abordó el capítulo sobre facultades delegadas al Poder Ejecutivo. En efecto, a instancias de los bloques dialoguistas -apoyados por el kirchnerismo- los libertarios y sus únicos aliados de Pro perdieron la posibilidad de manejar de manera discrecional los fondos fiduciarios como así también gozar de amplias atribuciones en materia energética y de seguridad.
A renglón seguido, los libertarios también cayeron derrotados en casi todos los puntos incluidos en el crucial artículo 5 referido a la Reforma del Estado. En este clima dramático, el oficialismo pidió un cuarto intermedio en sus bancas para intentar reconducir la sesión. Al finalizar el cuarto intermedio, el presidente del bloque libertario, Oscar Zago, pidió el retorno a comisión de todo el proyecto de ley.
“Al oficialismo le pedimos que tenga alguna cuota de flexibilidad, les encanta seguir perdiendo”, azuzó el diputado Miguel Pichetto a la bancada oficialista. Luego les recomendó: “Traten de ver cómo receptar algunas propuestas y ganar. No hay que perder, hay que ganar”.
El capítulo sobre Reforma del Estado es uno de los ejes más importantes que tiene la iniciativa. Sin embargo, a instancias de los bloques dialoguistas, numerosos incisos fueron rechazados. Entre ellos, los que pretendían facultar al Poder Ejecutivo a regular y controlar en un marco regulatorio la organzación interno del sector público nacional, así como a “centralizar, fusionar, transformar la tipicidad jurídica, reorganizar, disolver o suprimir total o parcialmente órganos o entidades que integran el sector público”.
Tampoco pudieron mantener en pie la facultad que pretendía arrogarse el Gobierno para suprimir facultades superpuestas; privatizar total o parcialmente empresas y sociedades del Estado; e intervenir entes y compañías del sector público nacional. Con ello, el capítulo de reforma del Estado de la “Ley de Bases” quedó prácticamente desarticulado.
Hasta ahora, el único triunfo que obtuvo el oficialismo fue en la votación del artículo 1: con 134 afirmativos y 121 en contra se aprobó la declaración de la emergencia pública en seis materias: económica, financiera, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa hasta fin de año.
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