Ni bien se enteró del pedido realizado por el kirchnerismo, el miércoles de la semana pasada, Victoria Villarruel comenzó una ronda de consultas y negociaciones con el objetivo de boicotear la jugada del bloque del Frente de Todos, que pidió una sesión especial para este jueves con la intención de rechazar el decreto de necesidad y urgencia 70/23 de desregulación de la economía impulsado por el Gobierno de Javier Milei.
La vicepresidenta no tiene asegurado aún el éxito de su estrategia. Si bien obtuvo respuestas positivas de los bloques que fueron alguna vez Juntos por el Cambio -la UCR, PRO y Cambio Federal-, es el alineamiento que terminen adoptando los partidos provinciales lo que más la preocupa. Es que, en gran medida, la reacción de estas bancadas está atada a la suerte que corran las negociaciones en la Cámara de Diputados por la denominada Ley Ómnibus.
En este escenario de indefinición, Villarruel se debate sobre qué camino adoptar ante el pedido formulado por el kircherismo. Por el momento, en la mesa que encabeza la vicepresidenta se impone la idea de no darle curso a la sesión especial reclamada por cinco senadores del Frente de Todos, con su presidente de bancada, José Mayans (Formosa), a la cabeza.
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