Al final, Axel Kicillof participó de la marcha contra el Gobierno nacional convocada por la CGT. Y si bien se limitó a acompañar la protesta junto a varios funcionarios e intendentes del peronismo, su presencia no pasó desapercibida.
El gobernador buscó no quedar afuera del escenario de rechazo a la administración de Javier Milei que montaron los gremios, pero al mismo tiempo procuró no ocupar el centro de la escena con el objetivo de evitar ser el blanco elegido por las réplicas libertarias. Las principales espadas que reportan al presidente, se lo impidieron.
Kicillof resultó uno de dirigentes más apuntados por funcionarios y espadas legislativas mileístas. Por caso, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no dejó pasar la oportunidad de cargar contra el mandatario bonaerense. “Veo que con lo que está pasando en la Provincia, con los dramas que estamos teniendo, que el gobernador participe de una marcha cuando ayer los diputados de Unión por la Patria tomaron una posición política, me parece que no corresponde. Él es un gobernador y, como gobernador, tiene que hacer cumplir la ley, no violarla”, dijo.
“Si no, el ejemplo cunde. Y así, en la provincia de Buenos Aires tenemos los problemas que tenemos.
Lo sufrimos todos los días... La verdad es que necesitamos una actitud distinta, donde se tome al delincuente y al criminal como lo que es. Nos gustaría que el gobernador esté trabajando y no esté en una movilización”, acotó al referirse a los recurrentes hechos de inseguridad y en particular al asesinato de Umma, la nena de 9 años asesinada en Lomas de Zamora.
Otro de los funcionarios que criticó a Axel Kicillof fue el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien en su cuenta de la red social X citó un posteo de la canciller Diana Mondino en el que afirmaba que el paro era “convocado por la oligarquía de millonarios con autos blindados y chofer”.
“Por si había alguna duda, además se suma Kicillof. Nunca tan claro para la sociedad que estamos frente a un paro político por tocarles privilegios”, escribió Caputo. Más allá de los cuestionamientos, Kicillof decidió estar en la marcha. Si bien corrido ex profeso de la primera plana de la protesta, pero manteniendo las posiciones críticas hacia las políticas de Milei. Estuvo rodeado de funcionarios e intendentes. Antes de la actividad había estado en La Matanza junto al ministro de Seguridad Javier Alonso para analizar los avances en la investigación por el caso Umma.
Al final de la jornada, Kicillof salió a contestar. El blanco elegido fue el ministro Caputo, que horas antes había anticipado que si no se aprobaba la Ley Ómnibus en el Congreso las provincias iban a sufrir más recortes de gastos. Kicillof afirmó que no aceptará “ningún tipo de presión para acompañar medidas que perjudiquen al conjunto”.
“Las medidas del Gobierno nacional ponen en riesgo el trabajo y la producción, complicándoles la vida a millones de argentinos”, señaló el gobernador en su perfil de la red social X. Otro de los dirigentes peronistas que participó de la actividad en la Plaza de los Dos Congresos fue Máximo Kirchner. El presidente del PJ bonaerense había convocado a acompañar la movilización y se mostró entre los manifestantes, junto a una columna de La Cámpora.
Como estaba previsto, quien no acudió a la marcha fue el exministro de Economía Sergio Massa. El tigrense no era partidario de ensayar una embestida tan rápida contra el nuevo Gobierno y se lo planteó a la CGT. Pese a esa posición, una nutrida delegación del Frente Renovador caminó con los manifestantes, encabezada por Malena Galmarini.
COMENTARIOS