Según la estadística de más de 60 años del Banco Mundial, la cual comenzó con datos del total de créditos bancarios al sector privado en porcentaje del PBI para 59 países, y fue ampliando hasta llegar a 173 en las últimas dos décadas, la Argentina fue cayendo progresivamente en ese indicador y perdiendo posiciones en el ranking de países, al punto que fue varias veces superado por naciones vecinas que, como el caso local, atravesaron por diversas crisis institucionales y económicas en los últimos decenios, pero nunca en magnitud y recurrencia, y que mantienen ingresos por habitante muy inferiores.
Argentina comenzó la serie en 1960 en el puesto 29, en la mitad de la tabla de los países informados en ese momento, con 10,8% del PBI y menos de la tercera parte del promedio general de 33,2% del PBI que registraban entonces 59 naciones.
Se mantiene, con altibajos, en ese rango hasta fines de la década, cuando alcanza los dos dígitos porcentuales; repunta a principios de los ‘70 hasta un pico de 18% del PBI -aunque siempre lejos de la media mundial, en ese momento de 54% del PBI-, pero vuelve a caer con el “rodrigazo”. Y repunta hasta 31,2% del PBI en 1982, pero comienza a bajar sostenidamente con el fracaso del Plan Austral de 1985, y más aún en la hiperinflación de 1989-90 y su efecto inercial en el primer año de la Convertibilidad.
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