Tres mujeres argentinas, de entre 25 y 30 años de edad, viajaron a Punta del Este para ejercer la prostitución invitadas por dos hombres. Pero cuando llegaron a la ciudad balnearia en la costa de Uruguay les cambiaron las condiciones: les sacaron los documentos, las secuestraron y las obligaron a tener relaciones sexuales con ellos.
Por el caso, quedaron detenidos un ciudadano argentino y uno uruguayo, por trata de personas con fines de explotación sexual.
Fue únicamente cuando ya estaban en Punta del Este que las mujeres se percataron de que los hombres les cobraban un alquiler por el departamento en Maldonado y que retenían una parte de sus ingresos como trabajadoras sexuales. Además, los individuos, posteriormente detenidos e imputados como proxenetas, les prohibían salir del lugar sin autorización y las mantenían incomunicadas. Solo podían hablar por teléfono en presencia de ellos.
Los hombres instalaron rastreadores en los celulares de las mujeres y les negaban la posibilidad de salir solas de su alojamiento. El lunes 8 de enero, alrededor de las 8:30 de la mañana, la Policía respondió rápidamente a un llamado al 911 que alertaba sobre dos mujeres en la estación de servicios Ancap, que pedían ayuda porque -afirmaban- estaban secuestradas.
Las mujeres simularon sentirse mal y les pidieron a los hombres poder ir al baño, lo que aceptaron. Fue en ese momento cuando pidieron ayuda a una empleada del lugar, que llamó a la Policía.
Las víctimas habían bajado de un automóvil Volkswagen Gol con matrícula argentina, cuyos ocupantes, al percatarse de la llegada de la Policía, se dieron a la fuga. Las mujeres comenzaron a relatar los momentos de terror que vivieron desde su llegada a Uruguay, según informó el noticiero Telemundo de Canal 12.
Mas tarde, los investigadores localizaron el vehículo en la esquina de Isabel de Castilla y San Pablo, en la zona del asentamiento Kennedy de Punta del Este. Estaba ocupado por C.A.R.R., uruguayo de 47 años con antecedentes penales, y J.P.C., de 40 años y nacionalidad argentina, sin antecedentes. Ambos, junto con el vehículo, fueron trasladados a Maldonado para ser interrogados por los investigadores.
Las mujeres, ambas argentinas y conocidas de los hombres detenidos, relataron ante las autoridades que sabían que trabajarían en prostitución. Sin embargo, apenas pisaron tierra uruguaya, los hombres les confiscaron los teléfonos, les colocaron rastreadores y les prohibieron salir del lugar donde estaban alojadas sin su compañía.
La Fiscal a cargo del caso, Mabel Brites, junto con una asistente social, se entrevistó con las víctimas para profundizar en el caso. El martes 9, la Policía inspeccionó la casa del uruguayo detenido, ubicada en el barrio Hipódromo, donde entregó todos los efectos de las mujeres. Las víctimas fueron sometidas a pericias médicas y psicológicas con custodia policial. Todo indica que las mujeres eran forzadas por los dos hombres detenidos, quienes obtenían beneficios económicos y coordinaban los encuentros sexuales de las víctimas, controlándolas en todo momento para evitar que lograran escapar, lo cual finalmente consiguieron la mañana del lunes.
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