El Gobierno puso en marcha un plan para recortar las horas extras de los trabajadores del Estado. La medida forma parte del plan de reducción de gastos en toda la administración pública que anunció el presidente Javier Milei cuando asumió y es fuertemente resistida por los sindicatos que representan a los empleados estatales.
En una auditoría sobre los salarios de los empleados estatales, el Gobierno detectó casos de trabajadores con más de la mitad de su salario compuesto por horas extras y adicionales. Ese relevamiento había sido ordenado por el Decreto 84/2023, una norma que también obligó a que se dieran de baja todos los contratos de personal temporario que vencían a fines del año pasado. Con esta última decisión, el Gobierno de Milei buscará bajar en 7.000 contratos la plantilla del personal del Estado nacional.
La auditoría que se hizo en las últimas semanas del año permitió encontrar casos de agentes de "categorías bajas" que cobran buena parte de sus ingresos con adicionales y horas extras asignados a la Secretaría General de la Presidencia, la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía. Se trata, en muchos casos, de choferes, mozos, personal de seguridad y también administrativos de baja calificación. En este sentido, en el Gobierno citan como ejemplo el caso de un empleado que gana $473 mil de bolsillo, con un sueldo básico de $178.225 y una "compensación" de $162 mil.
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