Boleta: dos dictámenes ponen en riesgo el proyecto del Gobierno
El oficialismo no logra los votos suficientes para la mayoría calificada.
El punto central de la polémica se dio tras la postura de la otrora potencial aliada del oficialismo Mónica Silva, que representa a Juntos Somos Río Negro. En junio de 2022, esa fuerza apoyó el texto en Diputados. Ahora, la legisladora que responde al gobernador Alberto Weretilneck empujó un dictamen de minoría que sugiere modificaciones. El mismo fue apoyado por todo el cristinismo.
Al dictamen de Silva se sumó su compañero de interbloque y renovador misionero, Carlos Arce. Este partido se ausentó en la Cámara baja cuando se votó la Boleta Única de Papel. Entonces, si a los 39 legisladores del oficialismo y la oposición no K que se unieron el 13 de diciembre para votar autoridades se le restaran Silva, Arce y la también misionera Sonia Rojas Decut, el proyecto quedará bloqueado, ya que necesita la mayoría absoluta del pleno de 37 voluntades.
Ante una eventual sesión, el dictamen de mayoría obtendría 36 votos para la votación en general. De hecho, hoy ni siquiera cuenta con esas voluntades para el tratamiento en particular, según confiaron desde un importante despacho de la Cámara alta a Infobae. Si se cayera, después se trataría el despacho de minoría. En esa situación, la iniciativa volvería a Diputados en segunda revisión, si el oficialismo y la oposición anti K asumen la derrota para unirse a Silva y mantener con vida el proyecto.
Durante el plenario de este miércoles, Silva explicó que el tema más importante de su dictamen es virar del modelo cordobés de boleta única para todas las categorías nacionales hacia el santafecino, es decir, de boleta para cada categoría. Por ende, se modificaría una cuestión principal de lo tratado en la Cámara baja.
Otra cuestión que la legisladora consideró como “esencial para la igualdad de condiciones de partidos nacionales y provinciales” es la “eliminación del ‘botón’ para votar la lista completa”. En ese sentido, reclamó “elegir una cruz en cada una de las categorías que se votan”, algo que chocaría con el uso del modelo santafecino que ella misma exigió. Además, agregó puntos relacionados con mejoras en la actividad de las autoridades de mesa, fiscales y quienes se encarguen del escrutinio.
Silva también dijo que sintió “como una presión” algunos intercambios que tuvo con personas que le sugirieron acompañar la iniciativa votada en la Cámara baja. De manera inmediata el kirchnerismo, a través del también rionegrino Martín Doñate y legisladoras como Florencia López (La Rioja), adhirió a su propuesta.
Por su parte, el cristinista Oscar Parrilli no sólo reforzó esa postura, sino que deslizó el verdadero objetivo del Frente de Todos. “El mejor sistema es el que no se modifica”, destacó, e incluso fue más allá y puso de ejemplo el sistema electoral de los Estados Unidos. “Hace 200 años que funciona”, aseveró el senador neuquino. Y desde el PRO Guadalupe Tagliaferri recordó al cristinismo que “durmió” la iniciativa desde que se aprobó.