Con fuertes subas de precios, la Costa argentina se prepara para la temporada de verano, aunque las expectativas están ancladas al clima electoral, la inflación y a la fluctuación del dólar.
Si bien el panorama muestra una realidad incierta, se prevé que la costa argentina sea uno de los destinos más demandados para el verano, junto a la Patagonia, Córdoba y Mendoza.
En balnearios como Cariló y Pinamar, la mayoría de los alquileres para el verano están dolarizados. Los que aún se ofrecen en pesos, lo hicieron con hasta un 150% de aumento en comparación con la temporada 2023.
En Cariló, el alquiler de las casas oscila entre los US$ 2.000 y los US$ 11.000, dependiendo las características y ubicación.
Una casa sobre el mar, con cuatro dormitorios, se oferta a US$ 11.000, otra en la zona del golf con tres dormitorios y dependencia US$ 3.700, mientras que una vivienda cerca del centro con tres dormitorios y pileta está US$ 4.700.
Si bien la gran mayoría de los precios están en dólares, los que se mantuvieron en pesos lo hicieron con fuerte aumento, para ganarle a la inflación.
"En los departamentos que alquilamos nosotros, lo hacemos en pesos, pero el aumento es del 150% en comparación al año pasado y se debe pagar el total por adelantado", señalan fuentes del sector inmobiliario, para departamentos con amenities y servicios, algo muy requerido por los turistas.
En otras localidades turísticas, como Mar del Plata, todavía no hay precios de referencia, ya que los propietarios no saben cuánto cobrar en pesos, por la incertidumbre que genera el contexto inflacionario actual y el eventual cambio de gobierno.
Pese a tratarse de una ciudad mucho más grande y con una oferta más diversa, por ahora en esta localidad balnearia hay pocos valores definidos.
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