Economía enfrenta vencimientos por $835.000 millones

En septiembre, el Gobierno tiene que enfrentar vencimientos de deuda en moneda nacional por algo más de $835.600 millones, de los cuales ya tiene algo más de la mitad asegurados con la licitación “sorpresa” que se llevó a cabo el último viernes. Si bien los importes a renovar lucen como desafiantes, sobre todo en un contexto de crisis financiera y cambiaria, es precisamente por ese escenario complicado que se le abrieron puertas a la Secretaría de Finanzas para salir en busca de pesos. La demanda de cobertura en los mercados secundarios contra la inflación y una potencial nueva devaluación en octubre se han convertido en una oportunidad para satisfacer ese requerimiento de los operadores.

El Gobierno pudo adjudicar $464.014 millones, lo que equivale a casi el 70% de los vencimientos de la próxima licitación del 14 de septiembre. Luego para el segundo llamado del 27 tiene que ir por otros $175.000 millones. Es decir que ya están asegurados casi el 55% del total. Es de descontar que para ambas convocatorias obtendrá los fondos suficientes para renovar y que además podrá obtener una nueva tasa récord de rollover, si así lo dispone.

El financiamiento neto de lo que va del año alcanzó los $3,4 billones, luego del viernes, lo que implica una tasa de renovación del 148%. Eso es aproximadamente lo que necesita mantener ahora el Ministerio de Economía hasta fin de año si quiere hacer frente al déficit primario sin recurrir a los adelantos transitorios del Banco Central, tal cual negoció con el FMI.

Entre los operadores de mercado se piensa que la licitación fuera de cronograma con la cual el secretario Eduardo Setti arrancó el mes tenía por objetivo cubrir el mayor gasto que se supone demandará el plan anunciado por Massa para compensar los efectos de la devaluación post elecciones del 14 de agosto, estimado en 0,4% del PBI. No obstante, en Economía, aseguran todo se debió a que hay una demanda de cobertura en el mercado según lo reflejaban los mercados secundarios y que por ello, se aprovechó el contexto.

Ninguna de las razones son excluyentes, se podría asegurar. Según se informó oficialmente casi la totalidad de las ofertas adjudicadas el viernes correspondieron al sector privado, con una amplia base de inversores por sector, destacando a gestoras de fondos comunes de inversión, sector corporativo, compañías de seguro y bancos.

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