Javier Milei propone dolarizar la economía para bajar la inflación y tener una moneda.
ANÁLISIS ECONÓMICO

Dolarización en Argentina: un debate que crece de la mano de Javier Milei

Dolarizar la economía de Argentina es uno de los ejes de campaña del economista y candidato a presidente Milei. Pero, ¿Argentina está preparada? Aquí el análisis

Dolarizar la economía de Argentina: ¿si o no?, ese es el debate actual planteado. En los inicios de la década de los 90 Argentina enfrentaba una hiperinflación que derivó en el programa de convertibilidad que igualaba el valor del peso con el del dólar estadounidense. El candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei -el más votado en las PASO 2023 del domingo pasado- propone un programa de dolarización de la economía. Sostiene que es la única forma de terminar con la inflación y generar un shock que derive en una revalorización de la producción y salarios en dólares. 

“La propuesta de Milei pasa, directamente, por dolarizar la economía y abandonar el peso, en un país que ya opera en el día a día con la doble divisa. Un planteamiento que puede ser atractivo para quienes apuestan por una implosión general del modelo, pero que plantea problemas de origen y de fondo difícilmente salvables. Para empezar, los economistas ya han advertido de que, para dolarizar, es necesario disponer de dólares. Y no es el caso por la falta de reservas en dólares por parte del Banco Central, ya que hoy las reservas serían negativas en aproximadamente U$S10.000 millones”, afirma en un editorial el principal diario económico español, Cinco Días.

"Durante la época de la convertibilidad el modelo se sostuvo por la vía de la privatización de empresas y endeudamiento. Pero dolarizar supondría dejar al país sin política monetaria y a depender de las dinámicas y condicionantes económicos de otros países”, agrega el editorial de Cinco Días.

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Los especialistas coinciden en que para llevar a cabo este programa no hay mucho misterio: es necesario rescatar el total de los pesos que circulan en la economía y entregar a cambio dólares para todas las operaciones. Sobre lo que surgen interrogantes es cómo hacerlo y qué tipo de cambio resultaría de esa conversión. 

Por eso el economista libertario Javier Milei quiere dolarizar la economía para “enterrar” el devaluado peso argentino, demoler el Banco Central y pasar una “motosierra” por el gasto del Estado. Esas medidas terminarían con las penurias de una gran parte de la población, que debe lidiar con una inflación interanual de 115% y una pobreza cercana al 40% e indigencia del 10%, segùn revela un informe de la BBC.

El plan de Javier Milei para dolarizar la economía

Para llevar a cabo su plan, Milei pretende impulsar una serie de cambios estructurales como una reforma del Estado, flexibilización del mercado laboral y apertura de la economía, antes de avanzar hacia la dolarización. 

El segundo paso sería eliminar el BCRA para que exista una “competencia entre las monedas”. “Una vez que lo desregularizás, elegís lo que quieras. Podés usar el oro, el franco suizo, la libra”, dijo en declaraciones a los medios. 

La última fase para conseguir la dolarización sería canjear algunos fondos del Banco Central por “deuda pública” y usar otros recursos para inyectar dólares en la economía, cerrando finalmente el organismo que imprime los pesos argentinos. 

Economistas consultados por BBC Mundo consideran que es poco probable que la dolarización se pueda implementar en Argentina y, si llegara a ocurrir, no sería la solución a los problemas de fondo de la economía. 

“Dolarizar la economía argentina de un día para el otro es casi imposible porque el Banco Central no tiene dólares”, dijo Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora EcoGo. Para dolarizar, argumenta el economista, habría que pedir dólares prestados. Pero, como el país tiene una alta tasa de endeudamiento, es muy improbable que consiga esos préstamos. Tampoco está asegurado que la dolarización sea un éxito. 

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“Te estarías sometiendo a la política monetaria de otro país y eso puede llegar a ser perjudicial. Ya nos ha pasado con la convertibilidad. Y también pueden persistir los vicios de un déficit fiscal excesivo o un desequilibrio económico. Dolarizar no es la panacea”.

Y, desde otro punto de vista, Milei ha propuesto un conjunto de reformas previas a la dolarización que no son fáciles de implementar. Esas reformas estructurales, dice Menescaldi, “tienen sentido”, pero la clave está en que si se logran esas reformas, entonces “ya no tiene sentido dolarizar”. 

Desde una perspectiva política, si Milei llegara a la presidencia tendría que conseguir el apoyo del Congreso para avanzar con su propuesta de dolarización y, tal como están las cosas, no tiene los votos

“La dolarización es impracticable”, dice Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica. “No es posible dolarizar la economía argentina como propone Milei”. 

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En un escenario hipotético de que llegara a hacerlo “el costo social sería muy alto”, argumenta el economista. “Para llegar a una dolarización se produciría una mega devaluación, aumentaría la inflación muy fuerte al principio, y habría una caída gigante de los salarios de los trabajadores”, agrega.

Los países dolarizados de Latinoamérica

En América Latina hay tres países dolarizados: Ecuador, El Salvador y Panamá. El candidato Javier Milei ha puesto como ejemplo la dolarización ecuatoriana al calificarla como exitosa y afirmando que los ecuatorianos están “muchísimo mejor” que los argentinos. 

Para aplicar una política similar, el candidato ha declarado que una de las posibilidades puede ser “un mix” entre la dolarización ecuatoriana y la salvadoreña, en cuanto a la velocidad de implementación. 

Hace más de 20 años Ecuador inició su dolarización cuando la economía atravesaba una crisis tan profunda que la medida fue concebida como la última carta para salvar a un país que estaba a la deriva, con una hiperinflación que llegó al 96% y una moneda nacional, el sucre, completamente devaluada. 

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En aquella época el presidente Jamil Mahuad dolarizó la economía ecuatoriana, en medio de un clima de polarización política que provocó la salida del gobierno. 

Al siguiente año, el entonces presidente de El Salvador, Francisco Flores, anunció que el país utilizaría dos monedas: el colón y el dólar. Pero apenas los colones dejaron de circular, el dólar se transformó en la única moneda del país. 

A diferencia de Ecuador, que cambió su moneda porque estaba en medio de un shock económico, la dolarización salvadoreña respondió más bien a un asunto de intereses económicos, puesto que era una condición imprescindible para aprobar el Tratado de Libre Comercio con EE.UU., que eliminaba los aranceles aduaneros para ambas partes. 

Si bien Latinoamérica tiene tres países dolarizados, los contextos fueron muy diferentes. “Son economías muy pequeñas que están directamente integradas al comercio con Estados Unidos”, explica el economista Claudio Caprarulo, de la consultora Analytica. 

Ecuador dolarizó después de haber tenido una crisis muy fuerte, especialmente una crisis bancaria. En cuanto a los efectos de la medida, argumenta que “Ecuador no resolvió sus problemas de crecimiento, de productividad. El país ha mostrado muchos problemas sociales, mucha fragilidad”.