El sábado, un joven de 29 años sufrió un grave accidente cuando descendía del volcán Lanín, en Neuquén, y debió ser rescatado en un operativo de emergencia realizado por personal de Gendarmería Nacional.
El protagonista de esta historia sufrió fractura de tibia y peroné de su pierna derecha, a 2300 metros de altura y el suceso disparó los protocolos de emergencia de alta montaña, con un grupo que puso en marcha el rescate desde la cercana Junín de Los Andes.
El Grupo Especializado en Alta Montaña depende del Escuadrón 33 de Gendarmería, quienes horas después habían llegado al lugar, donde se ocuparon primero de estabilizar al accidentado, inmovilizándolo en una camilla con la que iniciaron el descenso.
Durante el operativo, del que también participó personal de Incendios, Comunicaciones y Emergencia (ICE) dependiente del Parque Nacional Lanín, los rescatistas se ocuparon de que el joven terminara internado en el Hospital de Junín de los Andes, donde los médicos se ocuparon del tratamiento de rigor de la doble fractura.
Según detalló el Diario Río Negro, un médico que estaba cerca del andinista accidentado y una cuadrilla de Gendarmería también en la zona “tuvieron un rol protagónico en el rescate”, ya que se encargaron de darle los primeros auxilios al mismo tiempo que daban aviso para que se instrumentara el operativo de emergencia.
De esta manera, y en unas pocas horas, la cuadrilla de brigadistas de la central de Junín de los Andes ya estaba rumbo al lugar del accidente, y luego se sumaron rescatistas de San Martín de los Andes y de Gendarmería.
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