El Gobierno mantiene, al menos por el momento, su hoja de ruta original para lo que resta del año respecto a los aumentos de tarifas, luego de que el Fondo Monetario Internacional advirtiera sobre la necesidad de acelerar el recorte del gasto en subsidios, en especial los energéticos. En lo que va del año esa cuenta del gasto público tuvo una poda, en términos reales, cercana al 20 por ciento.
En el último comunicado en que oficializó un acuerdo técnico, el FMI hizo un llamado de atención sobre cómo debería ser la política fiscal de los próximos meses del Gobierno como condición para contar con los desembolsos prometidos en agosto y noviembre. Un elemento que aparece siempre en el menú de preferencias del organismo para evaluar el sendero de gasto público es el de los subsidios.
“La meta de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en 1,9 por ciento del PIB. El cumplimiento de la meta requiere un mayor endurecimiento de la política fiscal en el segundo semestre de este año, respaldado por una serie de medidas acordadas de ingresos y gastos, protegiendo los programas sociales y de infraestructura prioritarios”, planteó el FMI, señalaba un informe de Mariano Boetner en Infobae.
COMENTARIOS