El oficialismo no tendrá esta semana el número necesario para poder llamar a sesión en el Senado y la camarista Ana María Figueroa, cuyo pliego para extender su permanencia por cinco años más en el cargo reclama Cristina Kirchner, quedaría condenada a jubilarse el próximo 9 de agosto, cuando cumplirá 75 años y se vería compelida a retirarse de la actividad, tal cual lo establece la Constitución Nacional.
Figueroa es presidenta de la Cámara de Casación Penal y miembro de la sala del tribunal que debe definir si la causa Hotesur-Los Sauces, en las que están acusados Cristina Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia por lavado de dinero, permanece cerrada, como lo dictaminó un fallo de primera instancia, o si debe ventilarse en un juicio oral y público.
El senador del Frente de Todos (FdT) Oscar Parrilli acusó y a la oposición de Juntos por el Cambio (JxC) de no estar dispuesta a sesionar en el Senado de la Nación porque “apuesta a que cuanto peor, mejor” y busca que "no funcionen" los poderes Judicial y Legislativo.
No obstante, el golpe de gracia a la jugada del kirchnerismo se la dio el senador aliado Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro - en la foto con Cristina), quien le confirmó al diario La Nación que no está dispuesto a viajar a Buenos Aires esta semana y aportar al quórum para la sesión que venía intentando armar José Mayans (Formosa), jefe del bloque oficialista del Frente de Todos.
“No voy a ir”, afirmó, escueto, el senador aliado del oficialismo y gobernador electo de Río Negro. Sin su presencia, los esfuerzos de Mayans por alcanzar al quórum serán en vano ya que ni siquiera podrá garantizar la presencia de los 34 legisladores (31 propios más tres aliados) con los que contaba para forzar el inicio de una sesión.
El oficialismo en el Senado busca sesionar la primera semana de agosto para aprobar, además, los pliegos judiciales de 75 candidatos a jueces, fiscales y defensores que deberán cubrir vacantes en distintos tribunales del país.
La ausencia de Weretilneck da por tierra, también, con las negociaciones del kirchnerismo para lograr la asistencia de otros tres peronistas díscolos del bloque Unidad Federal que le hubieran permitido alcanzar los 37.
Con la puntana María Eugenia Catalfamo decidida a prestar su apoyo, el oficialismo buscaba convencer al presidente de Unidad Federal, Guillermo Snopek (Jujuy), y a Edgardo Kueider (Entre Ríos) para que se sumaran a la sesión. Estos dos legisladores fueron responsables del fracaso del primer intento del kirchnerismo por darle acuerdo a la camarista.
Aquella vez, Snopek se negó a bajar enojado con el oficialismo por diversos motivos. Uno de ellos y que todavía persiste es la negativa del oficialismo a tratar un proyecto de su autoría que declara la intervención federal del Poder Judicial de Jujuy.
Kueider, en tanto, quedó molesto luego de que el kirchnerismo se negara a darle dictamen a un proyecto que busca reducir las tarifas eléctricas en el interior del país.
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