La cumbre del Mercosur que sesionó en Puerto Iguazú concluyó con un documento conjunto que firmaron los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Lula Da Silva (Brasil) y Mario Abdo Benítez (Paraguay), que no rubricó Luis Lacalle Pou (Uruguay) porque los miembros del bloque se negaron a flexibilizar los acuerdos extra zona, aseguraron a La Nación fuentes diplomáticas.
En el documento “los presidentes coincidieron en la necesidad de abrir un espacio de reflexión política sobre la modernización del bloque, incluyendo el fortalecimiento de la agenda interna para una mayor integración de sus economías, así como la estrategia de inserción internacional, sobre una base consensuada y solidaria”. Pero Uruguay pretendía que se abriera la puerta para negociar acuerdos extracomunitarios.
En el texto que no firmó Pou, Fernández, Lula y Abdo “convinieron en trabajar para fortalecer la cohesión interna del bloque, donde aún se observan distintos tipos de dificultades para el comercio y la integración, profundizar su inserción comercial internacional y articular mecanismos que favorezcan la formación de cadenas de valor regional e inter regional sustentables, justas y resilientes”.
En un documento en solitario, el gobierno uruguayo ratificó su postura favorable a la “conformación de la zona de libre comercio” y a “la revisión de los instrumentos de inserción internacional con un enfoque pragmático y flexible”. Fernández le quitó importancia al hecho de que Lacalle Pou se negó a firmar el otro texto. “Es una postura que conocemos”, dijo al pie del avión que lo transporta nuevamente hacia Buenos Aires.
En el inicio de la que fue su última cumbre del Mercosur, Fernández llegó a esta ciudad pasadas las 10. Luego de agradecer a los presidentes presentes, y con el ministro de Economía, Sergio Massa, sentado a su lado, cedió la palabra al canciller Santiago Cafiero. “Queremos beneficios concretos para el comercio regional”, afirmó el canciller, que la emprendió contra el “proteccionismo verde” que adjudicó a Europa, con la que sostiene una trabajosa negociación que tendrá un nuevo capítulo en la reunión Celac-Unión Europea (UE), en Bruselas, los próximos 17 y 18 de este mes.
Massa, a su vez, recibió invitaciones de parte de Lula y de Abdo Benítez para visitar San Pablo y Asunción en su condición de precandidato a la Presidencia de la Argentina. En el caso de Brasil, el postulante oficialista viajaría en “un par de semanas” y Da Silva le propuso organizar un acto conjunto, deslizaron fuentes de la delegación argentina.
Ya en el uso de la palabra, Alberto Fernández leyó un discurso en el que matizó críticas a la deuda contraída por el gobierno de Cambiemos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con una defensa del Mercosur y críticas a la UE por las nuevas imposiciones para lograr un acuerdo.
Fernández recordó la pandemia y la sequía, y lo relacionó con la situación económica, “afectada por la calamidad de una deuda irresponsablemente pedida por un gobierno argentino e irresponsablemente otorgada por el Fondo Monetario Internacional”, dijo el Presidente. Y en relación a las tratativas con la UE, con quien el gobierno de Cambiemos firmara un acuerdo en 2019, sostuvo: “Tenemos una visión crítica de lo que se acordó entonces. Aquello fue el fruto de un esfuerzo muy desigual entre las partes. Así, el Mercosur fue el que más cedió siendo el bloque con menor nivel de desarrollo relativo en el acuerdo”.
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