La Fiscalía de Violencia de Género abrió un nuevo expediente al humorista Juan “Cacho” Garay, quien sumó ahora una nueva imputación, esta vez por el delito de desobediencia. Garay se encuentra actualmente con prisión domiciliaria, tras ser imputado por el fiscal Daniel Carniello por los delitos de amenazas agravas por el uso de arma, abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cometida contra su cónyuge y tenencia de armas de fuego de uso civil.
La semana pasada el humorista realizó una llamada telefónica –desde la casa de su hermana, en Coquimbito- a su expareja Verónica Macías, quien vive en la casa que compartía la pareja en Luján. La comunicación fue muy breve y “Cacho” no habla, sólo se sienten ruidos ambientes, explicó una fuente judicial que trabaja en el caso.
Los abogados de la mujer pusieron en conocimiento del fiscal sobre la novedad, que significa que rompió la prohibición de acercamiento, ya que llamar por teléfono tiene el mismo alcance que presentarse en la casa de la denunciante. Por ello el fiscal Carniello lo imputó ahora por desobediencia.
El domingo 9 de abril Garay fue denunciado por su esposa, Verónica Macías Bracamonte, por violencia de género en la Oficina Fiscal 11 de Luján.
Según la denunciante, el sábado anterior en el hotel Eleton de Córdoba habrían tenido una discusión muy fuerte en la que tuvo que intervenir la gente de seguridad del lugar, quienes encontraron toda la habitación desordenada. Luego la mujer estuvo en un refugio, ya que Garay no quería abandonar la casa donde vive la pareja.
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