Alberto Fernández realizó su último Tedeum en el marco del 25M
DESDE LA CATEDRAL METROPOLITANA

Alberto Fernández en su último Tedeum: pedidos de unidad, el diálogo con el Papa y el saludo con sus ministros

El mandatario tomó la palabra luego de la celebración a cargo de Mario Poli, y pidió rezar por la unidad. En la previa, afirmó: "Tenemos que estar todos en la Plaza recordando a Néstor (Kirchner) porque Néstor nos une".

El presidente Alberto Fernández protagonizó hoy su último Tedeum en la Catedral Metropolitana, en el marco de la histórica fecha patria del 25 de mayo. Lo hizo emocionado y rodeado de sus principales ministros, incluidos Sergio Massa (Economía), Santiago Cafiero (Relaciones Exteriores y Culto) y Eduardo "Wado" de Pedro (Interior), con quienes compartió un desayuno en la previa.

"Guardaré en mi alma para siempre este maravilloso Tedeum", expresó en el marco de la celebración religiosa que compartió junto al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, Milagros Maylin, y funcionarios porteños, entre ellos los precandidatos a sucederlo Jorge Macri y Fernán Quirós.

Por primera vez desde que asiste, decidió tomar la palabra para revelar que mantuvo un diálogos constantes con el Papa Francisco, quien "nunca dejó de ayudar cada vez que la Argentina lo necesitó", y para pedir por la unidad. 

Emocionado, el mandatario hizo alusión a la oración dictada por el arzobispo Mario Poli durante, y pidió rezar "por cada argentino y para que de una vez por todas, podamos construir esa unidad de la que habló el cardenal, y para que podamos construir en unidad, una sociedad más justa". 

En la primera línea lo escuchaban atentamente Cafiero, de Pedro, Massa y Agustín Rossi (jefe de Gabinete). Algunos bancos por detrás, se ubicaron Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), Martín Soria (Justicia), Gabriel Katopodis (Desarrollo Social), Jorge Taiana (Defensa), Tristán Bauer (Cultura), Diego Giuliano (Transporte), Kelly Olmos (Trabajo), Santiago Maggioti (Desarrollo Territorial y Hábitat).

Sin saludarse con Larreta y con ninguno de los ministros porteños, salió luego de 40 minutos de oración de la Catedral Metropolitana, y pidió volver a Casa Rosada caminando, a pesar de que lo esperaba un auto para trasladarlo, replicando la misma forma en la que llegó, rodeado de sus funcionarios. 

En un breve diálogo, el mandatario le comunicó al coronel mayor Alejandro Guglielmi, jefe de Casa Militar y el encargado del operativo de seguridad que caminaría las cuadras que lo separaban de Casa de Gobierno.

En la plaza, las columnas que aguardan a la vicepresidenta Cristina Kirchner, única oradora del acto organizado por fuerzas que la respaldan, a 20 años del ascenso de Néstor Kirchner al Gobierno, se agolpaban en el ingreso. De espaladas al Tedeum, movilizaban hacia el corazón de la plaza, donde se encuentra ubicado el escenario, con sus batucadas y banderas. 

Alrededor del corralito de prensa, algunas banderas aisladas del partido "ParTE" que responde al Presidente se hicieron presentes a presenciar su última celebración religiosa.

Al término del Tedeum y a pesar de la ausencia de la lluvia, el canciller brindó un sugestivo gesto al abrir su paraguas naranja, color que identifica al embajador en Brasil y precandidato a presidente Daniel Scioli.

La previa en la Casa Rosada, el saludos con los ministros y el pedido por la unidad 

En la previa a la celebración, el Presidente compartió un chocolate con pastelitos con gran parte de su Gabinete, que tuvo contadas ausencias con previo aviso. Llegó solo a Casa de Gobierno, a las 10.02, donde lo esperaba una acotada delegación conformada por el Fernando "El Chino" Navarro y el diplomático Pablo Tettamanti, a quienes ni siquiera divisó.

De mirada seria y paso firme, saludó con los dedos en V y se trasladó a su oficina. Minutos más tarde llegaron Cafiero y Cecilia Todesca, y algo después un sonriente Wado de Pedro, mochila al hombro y vestido de jeans y camisa celeste que después cambió por un solemne traje azul. 

Ayelén Mazzina (Mujeres, Géneros y Diversidad); Carla Vizzotti (Salud) y Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología) anticiparon su ausencia por incompatibilidades de agenda, pero sorprendió el faltazo de Matías Lammens (Transporte) y de Jaime Perczyk (Educación).

A pesar de las contadas bajas, gran parte del Gabinete estuvo presente en Salón de los Bustos, charlando con el mandatario, para luego partir por explanada, de pie, a la ecclesia mater. 

Previo a trasladarse, el jefe de Estado, en un breve contacto con periodistas acreditas en Casa Rosada, entre ellos la agencia Noticias Argentinas, negó estar molesto o enojado por no haber sido invitado al acto que se realizará en Plaza de Mayo por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner al frente de la Casa Rosada, y afirmó que es un día para "estar más unidos que nunca".

"Es un 25 de mayo muy especial para mí. Es el último de este mandato, con lo cual lo celebro como especial. Todos los 25 de mayo nos convocan a repensarnos como sociedad", sostuvo el mandatario.

Alberto Fernández también se refirió al aniversario de la asunción del santacruceño como Presidente: "Hace 20 años entrábamos con Néstor a esta Casa de Gobierno y no puedo dejar de recordarlo. Me acuerdo de cada detalle y me emociona el recuerdo".

"Es un día que debe llamarnos a la unidad, al encuentro, a la reflexión, a entender que tenemos problemas que superar, problemas que se multiplican, como el caso de la sequía que hace todo tan difícil para la economía del país, pero tenemos que ser capaces de estar juntos y lograr los objetivos que tenemos que lograr", remarcó.

Y añadió: "Tenemos que estar todos en la Plaza recordando a Néstor porque Néstor nos une".

Luego del Tedeum, 13.13 el Presidente partió camino a Chapadmalal donde lo espera su pareja, Fabiola Yañez, y su hijo Francisquito, para pasar el fin de semana largo. Dos minutos por reloj más tarde, ingresó a Casa de Gobierno Diego Carbone, comisario inspector de la Policía Federal y jefe de la Dirección General de Seguridad Vicepresidencial. 

Finalmente, ante la pregunta sobre si se sentía aislado, molesto o enojado por no haber sido invitado a formar parte del acto, el Presidente respondió: "Para nada. No busquemos un título para que nos peleemos. Hoy tenemos que estar más unidos que nunca".

 

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