Sergio Massa analiza con su equipo las señales que dará al mercado para evitar que el rumbo económico termine de salirse de cauce. Las deliberaciones se producen en medio de los reclamos K para atender el debilitado frente de los ingresos mediante una suma que, además de representar una imposición al sector privado, amplificaría aún más el déficit fiscal.
También ante un Fondo Monetario que repite la confirmación de que está en conversaciones con la Argentina, pero sin definir si habilitará desembolsos para auxiliar reservas que ingresaron en terreno negativo desde hace semanas.
Si bien se esperaba una inflación alta en abril, el hecho de que haya superado el 8% refleja que hubo una aceleración de los precios sobre el final de ese mes que deja un arrastre muy alto para mayo.
Con rubros que ya alcanzaron los dos dígitos, como los alimentos y bebidas, la peor noticia sería que el costo de vida llegue al 10% este mes.
El equipo económico deberá buscar nuevas medidas que posiblemente terminen afectando la actividad económica, como volver a subir la tasa de interés y ajustar aún más el torniquete sobre las importaciones.
Todo en medio de un escenario político cada vez más confuso, que colma de nubarrones una gestión a la que se le suman problemas todas las semanas.
Cuando Massa aludió a que al Gobierno no le entra "un quilombo más", no sólo salió a exigir que cesen las internas, sino también que aquellos que no apoyan lo que se está haciendo, al menos no pongan palos en la rueda. Pocas horas después Máximo Kirchner salió con su reclamo de otorgar una suma fija a los trabajadores "ahora".
El kirchnerismo funciona así: reclama fondos como si sobrara la plata y no toma en cuenta variables claves, como el frente fiscal o las alicaídas reservas. Por eso Massa prefirió encerrarse con sus colaboradores para ver qué nuevos conejos se pueden sacar de la galera.
Los fracasos
Uno de los temas que le preocupa es que el dólar agro no funcionó como se esperaba. Faltando dos semanas para que se cierren esas operaciones, por las cuales se les liquida un dólar a 300 pesos a los productores, sólo se alcanzaron unos US$ 2.500 millones.
El equipo económico esperaba unos US$ 5.000 millones: ¿habrá un ajuste en el valor reconocido a los chacareros?
El otro frente es el fracaso del programa Precios Justos, que se cumplió a duras penas en los supermercados, pero encontró una válvula de escape en los almacenes y autoservicios. Desde ese sector advierten que las alimenticias remarcan las listas de precios todas las semanas.
Según las mediciones del Indec, ese sector estratégico de la distribución experimentó subas que estuvieron en los dos dígitos durante abril. La suba de precios en comercios de cercanía afecta sobre todo a las clases bajas.
Ante una expectativa de inflación disparada, los Precios Justos parecen no alcanzar, por lo que aquí se esperan anuncios del equipo económico: ¿habrá congelamiento?
La suba de precios es generalizada: los productores de azúcar ya trasladaron a los supermercados alzas que superan en 30 puntos la pauta de Precios Justos.
Para colmo, los formadores de precios advierten que buscar un ritmo de ajuste menor, como pretende Economía, profundizará el desabastecimiento, ya que hay cadenas que dicen tener stock para una semana.
Alberto Fernández ha dejado el problema de la inflación en manos de Massa: "Sergio lo ha intentado, en algún momento funcionó, y en otro, no", dijo el Presidente.
Repercusión política
Los problemas en el frente económico tendrán un impacto sobre la política, por lo que el Frente de Todos esperará hasta último momento antes de definir candidatos.
La necesidad de un liderazgo en esa alianza se notó también en el revés provocado por el fallo de la Corte que suspendió las elecciones a gobernador en Tucumán y San Juan.
Juan Manzur, que coqueteó en algún momento con ser candidato presidencial con la campaña de afiches "Juan XXIII", debió finalmente bajar su candidatura a vicegobernador tucumano.
A esto se suma el cuestionamiento de José Luis Gioja a la candidatura de Sergio Uñac en San Juan, torpedeada por la Corte Suprema.
Buscar la reelección es una debilidad no sólo de los políticos argentinos, ya que se ve en casi todo el mundo.
Pero la seducción de ocupar puestos públicos de mando, como ocurre con Gildo Insfrán en Formosa, donde lleva más de 20 años de gobernador, atenta contra el fortalecimiento de los valores republicanos.
Mientras siguen las negociaciones con el FMI para tratar de que el organismo anticipe fondos entre junio y julio, el Gobierno sigue ajustando el cepo cambiario, que llegó ahora hasta a las "gift cards" adquiridas en el exterior.
El Banco Central había comenzado a negociar con grandes empresas la posibilidad de aplicar al pago de importaciones préstamos de bancos internacionales destinados a la financiación de exportaciones. La expectativa es bajar la presión sobre las reservas por hasta US$ 3.000 millones en los próximos meses.
Miguel Pesce, presidente del BCRA, participa en las reuniones de Massa con el equipo económico y habrá que ver si esa intención prospera.
La medida impulsada desde el Central fue conversada con bancos, automotrices, mineras y petroleras, pero también apunta a cualquier grupo económico grande que importe bienes de capital o insumos y luego también exporte, podría salir la semana próxima.
El objetivo central de Massa es impedir que la elevada inflación informada el viernes, vuelva a generar a partir del lunes tensión sobre el mercado de cambios. Pero también se mira con lupa el comportamiento de los depósitos en dólares, que experimentó tensiones en las últimas semanas.
El establishment pretende cambios de fondo, porque considera que lo implementado hasta ahora son apenas parches. El problema es que los ajustes necesarios se hacen cada vez menos probables a medida que se acercan las elecciones.
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