El Gobierno concretó la quita de subsidios en la energía eléctrica que afectará a los usuarios residenciales de mayor poder adquisitivo y a aquellos que no se inscribieron al registro para mantener los beneficios en las boletas. El aumento también impacta sobre el excedente de consumo de 400 kwh mensuales para los hogares de nivel medio de ingresos. En cambio, los beneficiarios de la tarifa social no tendrán modificaciones en sus facturas de luz. Los cambios ya están operativos.
Se calcula que la eliminación de los subsidios afectará a un tercio de los usuarios residenciales, entre aquellos que declararon altos ingresos, superiores a los 669 mil pesos mensuales por hogar, y los que no solicitaron mantener el subsidio. El impacto promedio es de 3 mil pesos por mes, estiman en la Secretaría de Energía.
La medida, dispuesta a través de la resolución 323/2023 publicada este martes en el Boletín Oficial, se inscribe en el afán del Gobierno por mejorar el resultado fiscal en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dentro de las posibilidades para achicar gastos, la quita de subsidios en los servicios públicos aparece en el primer plano. La exigencia fiscal que de por sí tiene el acuerdo con el FMI se redobló a partir de la sequía, que reduce los fondos que ingresan por retenciones.
“Resulta necesario instaurar un sistema de incentivos económicos a los usuarios a partir de criterios basados en el consumo energético en los hogares, a fin de contribuir a la transformación de sus hábitos, y a la vez, permitan trazar un sendero claro hacia el incremento en la eficiencia energética”, indica la norma.
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