Ayer, cuatro policías de Tucumán fueron condenados a prisión perpetua por el crimen de Luis Armando Espinoza, el trabajador rural asesinado en 2020 en pleno aislamiento por la pandemia de coronavirus tras un operativo en la localidad de Simoca, y también por la privación ilegítima de la libertad de su hermano.
En el mismo fallo, el Tribunal Oral Federal tucumano fijó además, penas de entre 5 y 12 años de cárcel para otros cinco efectivos sometidos a juicio y absolvió a dos civiles.
Se destaca entonces que por mayoría, el tribunal condenó a perpetua al oficial auxiliar José Alberto Morales, al subcomisario Héctor Rubén Montenegro, al agente Gerardo González Rojas y al cabo Claudio Zelaya por el “homicidio agravado” de Luis Espinoza y la “privación ilegal de la libertad” de Juan Antonio, hermano del trabajador asesinado.
Y por los mismos delitos, pero en carácter de “partícipe secundaria” del homicidio, fue condenada a 12 años de prisión la cabo primero Rosalba González mientras que el sargento Víctor Manuel Salinas recibió 7 años de prisión por la privación ilegal de la libertad y “encubrimiento agravado”.
A su vez, y según informó Télam, el agente Carlos Lisandro Romano, el cabo primero José María Paz y el sargento primero René Ardiles fueron condenados a 5 años de cárcel solo por el encubrimiento.
Por su parte, Héctor Villavicencio y Álvaro Gonzalo González fueron absueltos por el beneficio de la duda, y el primero de ellos recuperó la libertad. En el caso de los condenados ya detenidos, el tribunal resolvió rechazar el pedido de los defensores para hacer cesar la prisión preventiva.
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