El presidente Alberto Fernández subrayó que "es necesario acrecentar la transparencia de las instituciones financieras internacionales", así como también "abogar por un mayor acceso a facilidades crediticias" para priorizar el crecimiento en lugar de la especulación.
"Hacia una Iberoamérica justa y sostenible. Ese es el objetivo que hoy nos convoca", inició el mandatario su extenso discurso en el marco de la Cumbre Iberoamericana que se llevó a cabo en la ciudad dominicana de Santo Domingo. El foco de su exposición estuvo puesto en la crisis financiera que genera el cambio climático en el Mercosur y las trabas en las exportaciones que impone el Viejo Continente. El jefe de Estado insistió en su pedido para flexibilizar aquellas medidas y que se deje sin efecto el denominado "pacto verde", que rige desde julio de 2019 y que claramente perjudica a la región para ingresar materias primas a Europa.
"Siendo América Latina el continente más desigual del mundo, semejante propósito asoma ante nosotros como un desafío muy difícil. Si advertimos además que lo justo y sostenible que buscamos debe ser alcanzado en un tiempo en el que la humanidad aún se repone de los efectos de una pandemia, en el que el mundo central se enreda en una guerra inexplicable que altera la economía global, en el que crujen los cimientos del sistema financiero internacional y en el que el clima observa cambios que anegan o secan territorios vitales para la humanidad, entonces la dimensión del objetivo se vuelve gigantesca", sostuvo Alberto Fernández.
Burbujas que explotan
En otro tramo del discurso, el Presidente dejó en claro que "la globalización está en crisis" y apuntó contra el capitalismo financiero por "hacer temblar la economía cuando otra de sus burbujas cargadas de especulación explota inesperadamente", en referencia a la caída del Silicon Valley Bank. "El mundo central que pasivamente deja inflar esas burbujas, corre en socorro del ´sistema´ ante la explosión para que el efecto dominó que ya vivimos hace quince años no vuelva a asomar. A esta altura de los acontecimientos, con tanta concentración, con tanto juego especulativo, ya deberíamos entender que al sistema financiero actual no hay que socorrerlo más. Debemos cambiarlo drásticamente", planteó.
Alberto Fernández también le dedicó un párrafo a la gestión del expresidente de Estados Unidos Donald Trump: "Nuestra América, en los años en los que Donald Trump gobernó en los Estados Unidos, sufrió un proceso de desintegración regional tremendo. La UNASUR fue desvaneciéndose a medida que sus miembros se desvinculaban cumpliendo mandatos impuestos por aquel Gobierno republicano. Hasta la OEA quedó al servicio de ese objetivo desintegrador convalidando un golpe de Estado en Bolivia".
A continuación, el Presidente aseguró que "si se quiere una Iberoamérica justa y sostenible, el primer paso que se debe dar es restablecer la unidad, una unidad que no permita que se prolonguen bloqueos económicos que afectan a pueblos de la región".
"En un tiempo tan difícil como el que atravesamos, signado por un descontento social en el que encuentran eco los discursos del odio que castigan las democracias, estamos moralmente obligados a unir esfuerzos. Somos todos pasajeros de un mismo barco. Tenemos pues un destino común que nos convoca", continuó Fernández.
Críticas al FMI
Por otro lado, el jefe de Estado consideró que "la búsqueda de esos objetivos obliga a transitar un camino colmado de obstáculos" y en sus argumentos mencionó los elevados e insostenibles niveles de endeudamiento que condicionan el crecimiento de los países de la región. "Las tasas y sobrecargos que el Fondo Monetario Internacional impone a países endeudados resultan abusivos. Esa realidad colisiona con esa arquitectura financiera internacional que antes cuestioné", amplió.
Y sentenció: "Es necesario acrecentar la transparencia de las instituciones financieras internacionales y abogar por un mayor acceso a facilidades crediticias, a fin de impulsar el crecimiento y el desarrollo antes de que la especulación".
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