El ministro de Justicia chileno, Luis Cordero, denunció ayer que los cuestionamientos que hizo Alberto Fernández a la Justicia de ese país son “impertinentes e impropios”. Se debe a que el mandatario argentino envió una carta a su par ecuatoriano, Guillermo Lasso, en la que se refirió a la postergación del juicio del caso por presunta corrupción política “SQM”.
En la misiva que Fernández envió a Lasso, publicada en las redes sociales, dijo que la Justicia chilena “se haya puesto al servicio de quienes persiguen opositores” por la decisión de los tribunales de Santiago de aplazar el juicio del caso SQM, que involucra al excandidato presidencial, Marco Enríquez Ominami, miembro -al igual que Fernández- del Grupo de Puebla.
En ese sentido, Cordero rechazó los cuestionamientos del mandatario argentino y los calificó como “impertinentes e impropios”. “Es un hecho público y notorio lo que sucede con las extensiones de los juicios orales, pero una cosa muy distinta es transformar eso en problemas de proceso y garantía”, declaró el ministro y le reclamó a Fernández que sea “respetuoso con las instituciones”.
No es la primera vez que el presidente argentino critica a la justicia chilena. A mediados de febrero suscribió una carta del Grupo de Puebla en la que 29 firmantes denunciaban que “desde el 2015, Marco Enríquez-Ominami viene siendo acusado por fiscales ligados directamente al expresidente de derecha Sebastián Piñera”.
Además de Alberto Fernández, en la misiva aparecían los apoyos del exmandatario español José Luis Rodríguez Zapatero y de líderes latinoamericanos como el colombiano Ernesto Samper, el ecuatoriano Rafael Correa, el panameño Martín Torrijos y el boliviano Evo Morales.
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