La ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos (foto), descartó este miércoles la posibilidad de aplicar una suma fija, aseguró que la inflación “no está descontrolada” y que el Gobierno la puede controlar. Por último, defendió la “vigorosidad de las paritarias” y planteó la posibilidad de que algunos sectores avancen en la implementación de la semana de cuatro días.
“Estamos en alta inflación, ese es el diagnóstico que ha hecho el gobierno y por el cual está trabajando para quebrarla y reducirla”, subrayó la ministra consultada sobre el escenario inflacionario actual.
Sin embargo, negó que sea un escenario de “descontrol” y aclaró: “Quiero decir que no estamos ante el planteo que hace la oposición de una situación que no podemos gestionar, sino ante una situación difícil sobre la que estamos trabajando y nos comprometemos a hacerlo para lograr las metas que nos propusimos”. Además, destacó que el Gobierno tiene bajo control su objetivo de “seguir trabajando para alcanzar la meta que se propone”.
En el presupuesto de 2023, el Gobierno fijó una meta de inflación del 60% para todo el año. En paralelo, el ministro de Economía, Sergio Massa, agregó que entre sus objetivos estaba que a partir de abril la inflación se ubique por abajo de 4%.
“Con una enorme restricción como la que heredamos del macrismo, que nos generó un incremento del endeudamiento por 100 mil millones de dólares, es una situación que pesa sobre la economía argentina y a eso se sumó la pandemia. En ese marco hemos logrado metas muy importantes. La Argentina por primera vez en muchos años ha logrado dos años sucesivos de crecimiento y en particular del empleo, y del empleo registrado, teniendo una meta histórica de 13 millones de trabajadoras y trabajadores registrados”, sostuvo la ministra en diálogo con Futurock.
Según datos de Indec, los salarios en 2022 evolucionaron por abajo de la inflación en su mayoría, siendo que el índice de salarios anotó una suba interanual del 90,4% mientras que la inflación para el mismo período se ubicó en un 94,8%. Solo los salarios del empleo público se ubicaron por encima de esa variación.
“Obviamente tenemos tensiones fuertes entre precios y salarios”, señaló Olmos, aunque descartó la posibilidad de un aumento por suma fija: “Para los trabajos formales, las paritarias alcanzaron una dinámica vigorosa que no permite que los trabajadores sigan perdiendo capacidad adquisitiva. Para los informales hay una batería de planes sociales como la Asignación Universal por Hijo, la tarjeta alimentar y el potenciar. El gobierno ha reaccionado con un control de esta situación”, concluyó.
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