La autoexclusión de Cristina Kirchner de la boleta del 2023 es un sismo de incesantes réplicas para el peronismo. Una de las secuelas es que, sin la potente figura de la vicepresidenta en competencia, varios dirigentes con ambiciones electorales comenzaron rápidamente a subirse a la contienda nacional. El jefe de Gabinete, Juan Manzur —que hace mucho tiempo sueña con cruzarse la banda— empezó en los últimos días a hacer movimientos más decididos para plantarse como presidenciable. En su plan electoral, el ministro coordinador tiene que definir tiempos que impactarán de lleno en la gestión de Alberto Fernández.
Todo es prematuro, pero aunque se zambulla finalmente en la campaña nacional, Manzur tiene decidido, primero, ser candidato a vicegobernador en Tucumán, acompañando a Osvaldo Jaldo en la boleta. Quiere asegurar que la provincia continúe en manos del peronismo. Las elecciones provinciales serán el 14 de mayo y en su entorno algunos especulan con que esa misma noche, se lanzará para presidente.
Fernández, para retener al tucumano y evitar buscar a un reemplazante —los cambios de gabinete para el jefe de Estado siempre fueron forzados y lo complicaron en lo político— le propuso a Manzur que el año próximo se tome una licencia, regrese a su provincia para encabezar la campaña electoral durante unos meses y que, una vez atravesados los comicios, regrese a Nación como jefe de Gabinete.
En el círculo chico del Presidente creen que esa alternativa sigue vigente.
COMENTARIOS