La Agencia Atómica de la República Islámica de Irán denunció que un grupo de hackers que actuaba en nombre de un país extranjero penetró su sistema de correo electrónico.
Los piratas informáticos se hacen llamar “Black Reward” y abrieron en Telegram un canal para liberar los archivos hackeados. Estos archivos igual son peligrosos. Analistas informáticos que intentaron abrirlos afirman que están infectados con virus y pueden dañar los sistemas al ser abiertos. Estos contienen en farsi y en inglés detalles de contratos, fotos, videos sobre desarrollos atómicos y planes de construcción sobre el equipo de la planta iraní de Bushehr. Esta fue construida con ayuda rusa en 2011.
El hackeo a la central atómica iraní generó preocupación en sectores del gobierno argentino. Ocurre que periodistas argentino-israelíes que trabajan en la apertura de los archivos contaron que en la filtración de 50 gigabytes de documentos confidenciales, la Argentina aparece mencionada más de 400 veces.
Así lo aseguró en diálogo con Radio Jai y desde Israel el periodista de I24 Carlos Gurovich, que investigó tanto el ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia, 1994, 85 muertos), como el asesinato del fiscal Alberto Nisman y el memorándum de entendimiento con Irán sobre la causa de la mutual judía.
“El entonces diputado Ricardo Gil Lavedra, cuando se debatía en la sesión para aprobar el memorando con Irán, con la presencia del canciller Timerman sacó una hoja y dijo: ‘mire, ustedes acaban de publicar en el sitio web de la cancillería que el incremento de comercio con Irán fue de 1.000% y entre los ítems mencionados figuran reactores nucleares’, a lo que Timerman le respondió que fue un “error de tipeo” y “al otro día en el mismo sitio figuraban aparatos eléctricos”, dijo Gurovich en referencia a los antecedentes que se buscan en los documentos.
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