El presidente Alberto Fernández convocó ayer a diversos referentes sociales a una mesa de diálogo después del intento de magnicidio contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner. Invitó a representantes gremiales, empresariales, de derechos humanos y de diferentes credos y sin embargo, no incluyó en la lista de participantes a los representantes de partidos políticos.
El presidente Alberto Fernández encabezó ayer un encuentro en la Casa Rosada con gobernadores, representantes de sectores sindicales, sociales, empresariales y de derechos humanos, convocados con el fin de “construir un amplio consenso contra los discursos del odio y la violencia” tras el atentado que sufrió ayer la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Celebro que la comunidad argentina hoy esté llenando las plazas, reivindicando la convivencia, el respeto, la democracia y celebrando que Cristina está bien”, señaló Fernández en el Salón de las Mujeres, acompañado por Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo) y Taty Almeida (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora); el jefe de Gabinete, Juan Manzur; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti y la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont.
El mandatario destacó los “puntos en común” vertidos durante la reunión, que tienen que ver con “volver a poner en práctica un pacto democrático donde la violencia sea excluida, el discurso del odio sea eliminado y el respeto sea un valor”. “Todos los que estamos acá somos parte de la comunidad democrática, y por lo tanto lo primero que tenemos que hacer es decir basta a volver habitual lo que no debe ser habitual; a tolerar aquello con lo que no debemos convivir, porque la democracia nos exige respetar al otro”, subrayó.
COMENTARIOS