El presidente Alberto Fernández visitó el departamento de Cristina Fernández de Kirchner ubicado en Juncal y Uruguay, el día después del atentado que padeció la vicepresidenta cuando un hombre gatilló un arma a centimetros de su cabeza.
Durante la mañana, el mandatario encabezó una reunión de Gabinete en Casa Rosada para avanzar sobre los paso a seguir en respaldo de la exmandataria. A excepción de un escueto comunicado, hay un gran hermetismo en las definiciones que tomará el Gobierno en materia de seguridad.
El jefe de Estado se trasladó en auto, se lo vio llegar al barrio de Recoleta minutos antes de las 14, y estuvo reunido con la exmandataria durante 40 minutos.
Según lo informado, a las 16, mantendrá una reunión con representates empresariales, sociales, de derechos humanos y religiosos para avanzar en la delimitación de un "amplio consenso contra los discursos del odio y la violencia".
A posterior del encuentro convocado por Juan Manzur, mantuvo un encuentro junto algunos miembros de su Gabinete, entre ellos el apuntado titular de Seguridad, Aníbal Fernández.
Desde Gobierno consideran que se vive un clima de "conmoción social" derivado del intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y anunciaron que los miembros del Gabinete se sumarán a la movilización convocada por el Frente de Todos en Plaza de Mayo.
Al momento, distintas columnas oficialistas hicieron su ingreso y colmaron las inmediaciones de Casa Rosada a la espera del arribo de las delegaciones restantes que se avecinan a la acción.
Como única oposición presente, la izquierda, encolumnada detrás de la dirigente del Nuevo MAS, Manuela Castañeira, movilizó bajo consignas de "independencia", pero en repudio al accionar al que definieron como fascista. Con debates propios, el Frente de Izquierda repudió el suceso por redes sociales.
COMENTARIOS